Brasil juega el domingo su primer partido en la Copa América-2015 sin Neymar: una oportunidad para comprobar si el pentacampeón mundial puede ganar sin su joven astro o se confirma una dependencia total.
La prueba es un salto sin red. Ocurre en la última jornada del Grupo C a la que Brasil, Colombia, Perú y Venezuela llegan todos empatados a tres puntos. Bolivia, Paraguay y Argentina están atentos para conocer a sus rivales en cuartos de final y un apagado Messi quiere una nueva oportunidad para poner la Copa a sus pies.
El rival de la ‘canarinha’ este domingo será Venezuela, una selección sin tradición futbolística pero que arrancó la Copa envalentonada con su sorprendente victoria ante Colombia.
“Será un juego difícil, duro, con algunos jugadores que juegan en Europa y están en extrema evolución. Pero somos la selección brasileña, tenemos que hacer un gran juego y buscar la victoria”, dijo el zaguero Miranda, apelando al peso de la camiseta y de la historia.
Pero Brasil también portará la carga de la presión cuando enfrente Venezuela en el estadio Monumental de Santiago.
Si la ‘Vinotinto’ da una nueva campanada generará un terremoto en la selección que dirige de nuevo Dunga, que hasta ahora no ha mostrado un fútbol convincente.
Brasil se aferró a que Neymar resolviera los partidos, pero el crack ya no estará para salvarla. La Conmebol lo suspendió por cuatro partidos por la trifulca que desató al final del partido del miércoles ante Colombia, que incluyó un balonazo contra el lateral Armero, un cabezazo e insultos al árbitro y rivales.
El proceso de apelación se vislumbra como una mera formalidad y Dunga da por sentado que su ‘garoto maravilha’ no volverá a saltar al césped en Chile.
En la concentración brasileña sobrevuela el fantasma de la debacle en el Mundial del año pasado cuando, con Neymar lesionado, el equipo se derrumbó con un traumático 7-1 ante Alemania en las semifinales y un 3-0 ante Holanda en el partido por el tercer y cuarto puesto.
– Todo por decidir –
El domingo se definirán las posiciones del Grupo C y los emparejamientos de cuartos de final. Perú y Colombia abrirán la jornada en un duelo entre entrenadores argentinos.
En el banco de Perú se sentará el argentino Ricardo ‘El Tigre’ Gareca y en el de Colombia, su compatriota José Pekerman.
“Será un partido complicado, pero también van a encontrarse a otra Colombia”, advirtió Pekerman. “Estamos en condiciones de hacer un buen partido” ante Colombia, desafió Gareca.
El choque entre estos países vecinos mostrará dos formas de ver el fútbol: los cafeteros haciendo de la posesión del balón y el toque en corto sus armas vitales contra la velocidad y el juego aéreo de los incas.
Los de James Rodríguez se recuperaron del amargo revés en el estreno con una victoria frente a Brasil. Tumbar a Neymar y los suyos les devolvió inmediatamente el cartel de favoritos a quedarse con el título.
De su lado Perú, tercero en la última Copa América de Argentina-2011, demostró otra vez que no es más el “tapadito” y que Gareca está en el camino correcto.
– Messi no arranca –
Compañero de Neymar en la conquista de la triple corona para el FC Barcelona, a Messi se le ha ido despejando el camino hacia su primer título con la selección mayor.
El otro elemento del triplete de oro catalán, Luis Suárez, no pudo pelear por retener el título logrado por Uruguay en Argentina-2011 al arrastrar la sanción que le cayó por su mordisco en el Mundial.
Pero Messi de momento no ha sido Messi, para alivio de otros favoritos como Colombia y Chile.
El ’10’ se ha visto arrastrado por el juego pausado e impreciso de Argentina, que sólo fue capaz de vencer el sábado por 1-0 a la débil Jamaica con un temprano gol de Gonzalo Higuaín.
La albiceleste no enamora pero clasificó primera del Grupo B por delante de las siempre rocosas Paraguay y Uruguay.
Estos dos equipos empataron el sábado 1-1 con lo que los guaraníes clasificaron como segundos de grupo y Uruguay como terceros.
Uruguay es la única de las tres selecciones que conoce su rival en los cuartos de final y el reto es mayúsculo: la anfitriona Chile en el estadio Nacional de Santiago.
por Javier TOVAR y Guillermo BARROS/AFP