Cada vez que el bachatero Romeo Santos viene a Miami deja un rastro de ovaciones y fanáticos que se quedan con ganas de más. En las dos presentaciones de su gira Fórmula Volumen 2 el sábado y domingo pasados, el Rey de la Bachata hizo bailar y gritar por más de tres horas al público en el American Airlines Arena.
Causó verdadero furor con sus éxitos Eres mía, y Por un segundo, un tema de sus tiempos en Aventura. En Te pido de rodillas, cuando pedía “¡Más fuerte!” el público gritaba tanto que apenas dejaba escuchar la canción, en Cancioncita de amor le hizo coros en casi toda la canción.
Recientemente, en su visita a Miami, Romeo Santos declaró que había tenido que crear un personaje algo distinto a quien en realidad es para poder pararse a cantar frente a miles de espectadores. Según expresó, el que sube al escenario es alguien que transmite seguridad, sensualidad, seducción, y hasta un poco de arrogancia. “Alguien que no soy”, ha dicho.
Recuerda que cuando era más joven se sentía muy flaco y poco atractivo. Hoy día Romeo Santos, con 33 años, es una megaestrella de ascendencia dominicana, nacido en el Bronx, e inspirado por Juan Luis Guerra, Juan Gabriel o Camilo Sexto. En los Premio Lo Nuestro de Univisión se alzó con seis galardones, incluidos los de artista, cantautor y productor del año, y recibió el premio ASCAP al cantautor del año, y tiene más de 30 millones de seguidores en Facebook.
Con la letra de Los infieles: “Y cuidado si sospechan los vecinos, mi mujer o tu marido, tú y yo durmiento con el enemigo…”, se divirtieron a rabiar con sus comentarios.
“Mis músicos se dividen en dos partes”, dijo para dividir a sus fanáticos, quienes compitieron coreando la canción. La broma levantó una ovación interminable, que terminó cuando Romeo gritó “¡Arriba Miami!”
“Una pregunta que siempre hago, medio estúpida: ¿quienes mandan, los hombres o las mujeres? ¿Quién quiere hacer un brindis esta noche? ¡Los aventureros!”, respondió.
Luego volvió a poner al American a bailar en los pasillos conNoche de sexo, mezcla de bachata y reguetón que Wisin y Yandel incluyeron en su disco disco Pa’l mundo, del 2005.
En Soberbio, de su álbum Fórmula Vol. 1, preguntó “¿Dónde están las ‘misses’ que se sienten sexy esta noche? Esta noche necesito una chica, pero por tradición tiene que ser una chica gordita.” E invitó al escenario a una muchacha pasadita de peso a quien le dedicó Un beso, la cortejó con la letra de la canción y terminó besándola.
“¿Y si tu mujer te deja por uno de mis músicos?”, le dijo a los hombres en el público. Y con una ovación de mil respuestas interpretó Necio, Mi santa y Odio.
“Ahora quiero una colombiana, una cubana, una boricua, que se vuelva loca, ando buscando que me dé sentimiento”, pidió antes de cantar Mi corazoncito sentado en el escenario.
“Hay un problema global”, agregó. “Las mujeres se están quejando de que los hombres de esta generación no sirven”. Cantó entonces Eres mía, un tema de su disco Fórmula Vol. 2.
Con un fanático que subió al escenario cantó a dúo Su veneno yElla y yo. Luego preguntó: “¿Qué quieren, nuevas o clásicos?”, y el público le gritó que prefería los clásicos. “Está bien”, dijo Romeo, aquí van, estas son de cuando yo pesaba 20 kilos”, y convirtió el espectáculo en una fiesta bailable con los temasTodavía me amas y Mi peor error.