La ausencia del orgasmo en las relaciones sexuales, ya sea a través de la penetración vaginal o mediante la estimulación del clítoris, hace que algunas parejas consideren incompletas sus relaciones sexuales.
La anorgasmia o ausencia del orgasmo femenino no debe de confundirse con la frigidez. Toda mujer frígida es a su vez anorgásmica, pero no todas las mujeres anorgásmicas son necesariamente frígidas, ya que pueden disfrutar de sus relaciones sexuales a pesar de no llegar al clímax. Por su parte, la frigidez comporta inevitablemente una ausencia de deseo.
Según las estadísticas, el 10% de las mujeres sufren anorgasmia o frigidez y una de cada tres mujeres reconoce haber sufrido este problema en algún momento de su vida. Una serie de métodos pueden poner fin a este problema, como el uso de juguetes eróticos, con los que te puedes autoexplorar para conocer mejor tu cuerpo sin el estrés que supone estar al lado de una pareja.
Tipos de anorgasmia
- La primaria: Cuando la mujer nunca ha experimentado un orgasmo, ni por penetración vaginal ni mediante masturbación.
- La secundaria: Cuando la mujer sí ha experimentado el placer de un orgasmo en algún momento de su vida sexual y lo ha dejado de experimentar.
Además, se habla de anorgasmia total cuando la afectada no tiene orgasmos, ni vaginales ni clitorianos. En cambio, la anorgasmia parcial se refiere a aquellos casos en los que llega al orgasmo únicamente por penetración o estimulación clitoriana.
Causas
Son múltiples y pueden ser de origen orgánico, de comportamiento o psicológico:
- Recibir una educación que menosprecie la sexualidad y desapruebe el aprendizaje erótico.
- Tener una mala imagen de ti misma y de tu cuerpo, falta de autoestima y confianza.
- Estimulación y caricias poco adecuadas, o demasiada fuerza por parte de tu pareja.
- Rutina sexual.
- Relaciones dolorosas (vaginismo, dispareunia).
- Actos traumatizantes durante la infancia (abusos sexuales, violaciones).
- Falta de deseo hacia la pareja.
- Dudas acerca de los sentimientos hacia la pareja.
- Miedo a dejarse llevar por el placer.