Nacer es uno de los pocos momentos que tenemos en nuestras vidas en el que ignoramos por completo el hecho de estar “como Dios nos trajo al mundo”. Luego de este fugaz instante, y sin nuestro consentimiento, nos cubren con sábanas, trapos y hasta normas para proteger nuestros cuerpos. Pese a esto, al cabo de unos años y mientras revisamos el álbum fotográfico de nuestras madres, nos damos cuenta que existe una documentación de recuerdos en los que aparecemos desnudos y a nuestro alrededor familiares observando entre risas la peculiar situación, hecho que, paralelamente, se da junto a un proceso de crecimiento en el que nos inculcan un principio de vida que consiste en vestirnos y solo estar “en pelotas” cuando nos duchamos o estamos en pareja. EnunViajeAmantesdeAventuras
Despojarse de la ropa, sin duda, representa un reto mental nada fácil de vencer y menos cuando tenemos prejuicios, es decir, cuando nos avergonzamos por algún defecto o mal formación presente en nuestro cuerpo, además de la siempre espeluznante pena producto del “¿que dirán?”.
Gracias a esos paradigmas la desnudez comienza a verse como un tabú, relacionada única y exclusivamente a una cuerda de insanos pecadores sin perdón del creador, en el que olvidamos que se trata de un acto de liberación tan común como comer, hablar por teléfono o hacer deportes. Este preámbulo sirve como puente para introducirlos en una de las experiencias más “atrevidas” y reconfortantes que tuvimos en el 2014: ser integrantes de un club nudista en Venezuela.
SIN FALDAS NI CAMISAS NI ROPA INTERIOR
Sabemos, desde ya, que algunos podrían estar atónitos preguntándose “¿qué, desnudarse en público?” o pensando “eso no lo hago ni en mi casa” y otros, por el contrario, probablemente emocionados por la aventura que a continuación les contaremos, porque sabemos que al igual que nosotros también se arriesgarían vivir esta experiencia. Como muchas de nuestras aventuras, todo comenzó con la curiosidad de saber si la práctica del nudismo se llevaba a cabo en Venezuela y en qué consistía. Al hacernos las preguntas correspondientes acudimos a “San Google” con la intención de buscar lugares o grupos que comulgaran con esta actividad.
Luego de encontrar información relevante, para nuestra sorpresa, dimos con una organización denominada Nudistas Venezolanos, esto captó nuestra atención y comenzamos a indagar al respecto, en donde no podemos negar que poco a poco, al recabar datos del singular grupo, se incrementaban las ganas de estar al natural con el ambiente y con todo lo que nos rodea.
Según lo encontrado, para ser parte de esta comunidad debes cumplir con una serie de requisitos y, en algunos casos, ser entrevistado por uno de sus coordinadores del grupo; esto con la intención de conocer a los nuevos participantes y velar por la integridad de esta organización.
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