La merma de beneficios a los empleados de Pdvsa (Venezuela), es el síntoma más reciente de la crisis que atraviesa el sector petrolero en el país, que se encuentra bajo la presión de la caída de los precios del crudo, la disminución de la producción, accidentes laborales, así como por la hiperinflación, reseña Platts en su publicación “PDVSA’s operational decline mirrors decline in employee benefits” (en inglés).
Mery Mogollón / Platts
La producción de petróleo ha venido disminuyendo paralelamente a los beneficios laborales. Aunque oficialmente el gobierno venezolano dice que su producción es de alrededor de 3 millones de b/d, fuentes y publicaciones secundarias estiman un volumen de 2,3 millones de b / d, frente a 3,5 millones /b en 2008, un año después de que Chávez expropió los campos de crudo propiedad de empresas internacionales y marcó el inicio de las reformas. Este fue también el momento en que un éxodo de ingenieros y otros trabajadores ejecutivos comenzaron a partir de Pdvsa.
Además de la producción de petróleo, el problema de los recursos humanos ha impactado las refinerías en un momento en que Venezuela (antes un exportador neto) tiene que importar productos derivados de los hidrocarburos para satisfacer la demanda interna.
De hecho, se especificó en un informe técnico de Pdvsa de las operaciones de esta semana, que sus Refinería Cardón, productora de 310 mil b/d está funcionando a capacidad de 40%. De igual forma, se indica que hay diversas unidades de esa planta cerradas por reparaciones. No mencionaron fechas sobre reinicio de actividades en las áreas detenidas.
La situación se ha vuelto tan grave que al inicio de junio, un movimiento disidente de dirigentes sindicales de la Federación Unitaria de Trabajadores del Petróleo de Venezuela (FUTPV) envió una carta con el respaldo de 5.200 firmas al presidente de Pdvsa, Eulogio Del Pino, Asdrúbal Chávez (ministro de Petróleo y Minería) y al presidente Nicolás Maduro en la que solicita una “revisión a fondo del acuerdo de contrato colectivo”.
El problema incluye los beneficios laborales “no cumplidos e irrespetados”, incluyendo ajustes de sueldos, tiempo de vacaciones y los planes de salud, dice la carta. Los dirigentes sindicales aún no han recibido respuesta de los destinatarios de la misiva, según indicaron nuestras fuentes.
Del Pino y el presidente de la FUTPV, Wills Rangel, no respondieron a las solicitudes de entrevistas. Sin embargo, cuatro dirigentes sindicales de diferentes regiones del país ofrecieron sus puntos de vista de la situación laboral que se vive dentro de la compañía estatal.
Para los líderes sindicales, una masa creciente de trabajadores insatisfechos está afectando la eficiencia de la empresa, columna vertebral de su economía, altamente dependiente de las exportaciones de petróleo.
La caída de la producción es mayor en los campos petroleros tradicionales en los estados de Zulia y Monagas, que solían dotar al país de miles de barriles de crudo ligero. Pdvsa ahora tiene que importarlos para mantener la producción de crudo extra pesado del Orinoco que necesita ser diluido.
“El clima organizacional es muy inestable, hay descontento e irritación por el progresivo deterioro de los salarios y beneficios laborales “, dijo Eudis Girott, director ejecutivo de la FUTPV que trabaja en el Complejo Industrial José Antonio Anzoátegui (Taecjaa) de Puerto La Cruz, en el oriente de Venezuela, donde están ubicados procesadores de crudo pesado.
“De los 110 mil trabajadores del petróleo que Pdvsa tiene actualmente, 90 mil, incluyendo obreros y jóvenes profesionales, tienen sueldos de 274 bolívares por día”, dijo Girott. Este nivel salarial equivale a $ 1.50 por día aplicando el tipo de cambio oficial de 199 bolívares por dólar, y menos de 0,50 dólares por día si se calcula utilizando el tipo de cambio de libre mercado de casi 500 bolívares por dólar.
El salario no es el único beneficio de los trabajadores del petróleo que se ha evaporado en medio de la hiperinflación, que se estima extraoficialmente a una tasa anual de 150%, según economistas.
Iván Freites, secretario de asuntos profesionales y técnicos de la FUTPV, quien trabaja en el Centro de Refinación Paraguaná, reiteró que en término generales, los beneficios van en declive.
“Pdvsa también se ha olvidado las solicitudes del sindicato en cuanto el mantenimiento preventivo y correctivo de rutina oportuno, así como el mantenimiento mayor de plantas cada cuatro años y que pone la salud, la seguridad y la integridad física de los trabajadores en peligro”, agregó Freites.
Los “retrasos en el mantenimiento programado de plantas e instalaciones se reflejan en el gran número de accidentes, paradas de emergencia, apagones generales, incendios y derrames que amenazan a los trabajadores. Las consecuencias operacionales de estos accidentes, como la explosión en la refinería de Amuay en agosto de 2012 que dejó 43 muertos y más de 800 heridos, se han prolongado en el tiempo sin que la empresa tome medidas correctivas”, afirmó Freites, al tiempo que agregó que debido a fallas frecuentes en las refinerías venezolanas, la estatal se ha visto obligada a importar productos refinados para el mercado local.
Raúl Parica, secretario de la FUTPV para asuntos internacionales, trabajador en región productora de petróleo, Anzoátegui, dijo que uno de los problemas más graves es la seguridad. “En los campos de petróleo, las patrullas de vigilancia nocturna no están en funcionamiento debido al temor de los delincuentes. Los trabajadores han sido asesinados en el interior de los campos”, dijo.
En el estado Zulia, los trabajadores también se han quejado de una pérdida de poder adquisitivo debido a la alta inflación. “La inflación ha afectado a los salarios de los trabajadores en todas partes en el país, aunque somos los únicos con un subsidio de alimentos de 12 mil bolívares al mes (60 dólares)”, dijo Argenis Olivares, secretario ejecutivo de la FUTPV.
Olivares no cuestiona, como otros líderes hacen, cómo ahora los menús de la cafetería de la empresa incluyen arroz, frijoles negros y huevos, en vez de – tal como antes – pollo, carne de res y pescado. “Esta comida es más saludable, balanceada y nutritiva”, dijo.
El secretario, declarado como “revolucionario” y “chavista”, todavía cree que el modelo socialista creado por el presidente Hugo Chávez, quien murió de cáncer en marzo de 2013, es posible en Venezuela, pero sigue siendo una paradoja para los trabajadores del petróleo, que el prometido paraíso de bienestar nunca llegó.
Traducción libre realizada por LaPatilla.com | Fuente: Platts