Tras la victoria rotunda del “no” en el referendo del domingo, los griegos se preparan para un futuro incierto, aunque esperan que los bancos reabran el martes y las negociaciones con los acreedores avancen para lograr al fin un acuerdo.AFP
“Tenemos muchos problemas, y ni el ‘sí’ ni el ‘no’ nos representan. Estamos preocupados por nuestras vidas, y queremos seguir en Europa”, explica a la AFP Antonis, de 60 años.
“Yo decidí no votar. Considero que la pregunta del referendo no era la correcta”, cuenta Alexandra, de 40 años.
“La situación es muy negativa, y el hecho de que sea más o menos negativa, no es lo más importante”.
Después del referendo comienza este lunes una nueva etapa para los griegos, que esperan el martes la reapertura de los bancos tras una semana de corralito, en la que sólo podían retirar de los cajeros un máximo de 60 euros por día y persona.
“En dos bancos, los cajeros no tenían dinero esta mañana, ahora es mi tercer intento”, cuenta Lambros Vitrios.
“Me da miedo que en los próximos días no tengamos más dinero en líquido. Tienen que solucionar esto en breve, como muy tarde al final de la semana, si no todo se va a derrumbar”, añade con preocupación.
Nikos, de 47 años, teme que los bancos no abran el martes, como deben hacer en principio.
Empleado en una tienda de relojes de lujo, dice que la actividad está en suspenso. “Debemos dinero a nuestros proveedores, y no podemos pagarles” porque los giros al extranjero están prohibidos.
Amor y odio a Varoufakis
Los griegos esperan también que la sorpresiva renuncia del ministro de Finanzas, Yanis Varoufakis, ayude en las negociaciones con los acreedores del país, la UE y el FMI.
Para Sofía, de 37 años, “su partida va a ayudar en las negociaciones”.
“Es un poco arrogante, habría debido ser más mesurado”, añade Sofía, que espera “el mejor acuerdo para todo el mundo”.
“Varoufakis es un revolucionario, alguien muy dinámico con una carrera universitaria muy importante, pero no es un político. No sabe muy bien cómo hacerlo con las instituciones”, dice Irene Roka, una mujer de 40 años que cree que la partida del ministro es “una buena cosa” de cara a un acuerdo con la UE y el FMI.
El ya ex ministro no deja de ser un personaje que desata pasiones, tanto a favor como en contra.
Anna, que votó el domingo “no” en el referendo, lamenta que haya renunciado al cargo, y asegura que era un hombre valioso.
“En mala hora ha dimitido. Lo conozco muy bien, y a su madre también, éramos del mismo barrio, Palio Faliro”, junto al Pireo, cuenta Anna junto al ministerio de Finanzas en el centro de Atenas, poco después del anuncio de la renuncia.
“Es un hombre muy inteligente, pero (el ministro de Finanzas alemán Wolfgang) Schäuble no lo quería. Que se quede Schäuble donde está y nos deje tranquilos”, añade esta mujer de unos 60 años, añadiendo que “pase lo que pase, Grecia nunca muere, porque los griegos somos orgullosos”.
Una opinión en las antípodas de la de Nina, una pensionista que este domingo se paseaba por los Jardines Nacionales, detrás del Parlamento, y tacha a Varoufakis de “arrogante narcisista que ha destruido el país entero”.
“Pienso que alguien debía cargar con la responsabilidad, y han encontrado al chivo expiatorio, que es Varoufakis. Pero la clave está en cambiar la situación, en ayudar al pueblo”, relativiza la treintañera Katerina.