Venezuela y Grecia: ¿Qué tan espinoso es el camino para salir de la crisis económica?

Venezuela y Grecia: ¿Qué tan espinoso es el camino para salir de la crisis económica?

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¿En qué se parecen las crisis económicas de Venezuela y de Grecia? Parece que encontrar una respuesta es sumar peras con manzanas, pero hay un factor coincidente de fondo: el daño que hace manejar la economía bajo criterios políticos populistas.

“Venezuela y Grecia son ejemplos de que los controles, el ocultamiento de cifras y el deterioro institucional perjudican a los ciudadanos (…) A los griegos les vendieron la idea de que poniéndose guapetones y hablándole duro a la Unión Europea iban a salir de la crisis, y les salió el tiro por la culata. Igual pasa en Venezuela, cuando Maduro afirma que los mercados internacionales están cerrados al país por la guerra económica”, explicó Luis Oliveros, profesor de Economía Petrolera y Economía Internacional en la Universidad Central de Venezuela.





Además, el presidente de Venezuela, Nicolás Maduro, picó adelante para manifestarse en favor de la soberanía griega y atribuir el descalabro económico del país a los rigores del capitalismo. El apoyo manifiesto del gobierno venezolano a la causa griega hace inferir a Barclays que Maduro podría usar este referente para promover el respaldo ante un eventual default de la economía venezolana.

¿Cuál de los dos países pudiese salir mejor librado de estas circunstancias? ¿quién pudiese hacerlo en menor tiempo? Al menos, algo está claro para dos analistas económicos consultados: la crisis Griega es más profunda y quizás haya que recorrer más camino para enderezar el entuerto; pero la venezolana es más incierta, porque su resolución depende exclusivamente de un cambio político.

Recursos vs voluntad política
Al colocar sobre la balanza las fortalezas de ambos países, Venezuela sobresale con un ingreso petrolero que aunque ha ido mermando, ha sido el colchón de una economía que parece nunca tocar fondo. Por su parte, Grecia carece de ese recurso energético, pero cuenta con el Banco Central Europeo y el Fondo Monetario Internacional. Venezuela no tiene un respaldo económico de ese tipo y no quiere al ir al Fondo Monetario Internacional. En ese aspecto, Venezuela está sola, por eso su riesgo país es mayor y el pesimismo de sus habitantes también.

La cifras macroeconómicas actuales del país suramericano son desesperanzadoras: Una inflación que según los más recientes cálculos del Fondo Monetario Internacional estará muy por encima del 100% a finales de 2015; una caída del Producto Interno Bruto entre -7% y -10%; un déficit fiscal cercano al 20% -tres veces mayor al de Grecia y que no llegó a registrarse ni siquiera en países con conflictos bélicos- y un dólar paralelo disparado que es la principal pesadilla de los venezolanos: ya excede largamente la barrera de los 600 BsF, ante la escasa oferta de divisas en mecanismos alternos al dólar controlado.

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