El crecimiento económico de América Latina continuará a un ritmo modesto este año y el próximo, mostró el jueves un sondeo de Reuters, complicando las apuestas para los líderes de la región que enfrentan índices de popularidad cada vez más bajos en medio de menores ingresos y volatilidad financiera. Por Silvio Cascione/REUTERS
Los pronósticos para el crecimiento del producto interno bruto en las siete mayores economías latinoamericanas cayeron fuertemente frente a un sondeo similar en abril, excepto en Argentina, donde las estimaciones de una recesión leve mejoraron para mostrar una expansión nula en 2015.
Venezuela parece ser la que tiene mayores problemas, afectada por la caída de los precios del crudo sobre sus exportaciones petroleras. El PIB venezolano descendería un 5,4 por ciento en el 2015 y la inflación se ubicaría en un 90 por ciento para fin de año.
En Brasil, el declive económico también evolucionó hacia una recesión, la peor en toda una generación, de acuerdo con las previsiones.
Se proyecta que la economía brasileña se contraiga un 1,5 por ciento este año, con una inflación cercana al 10 por ciento, bastante arriba de la meta oficial.
Otros países logran avanzar pero no tan rápido como para hacer un aporte significativo al crecimiento global o inspirar confianza entre las empresas y los votantes.
Perú y Colombia son los únicos países cubiertos por la encuesta que crecerían más de 3 por ciento en el 2015.
En México, donde se había lanzado la promesa de una expansión superior al 5 por ciento anual con las reformas orientadas al mercado del presidente Enrique Peña Nieto, la expansión sería de solo 2,5 por ciento este año y de 3,1 por ciento en el 2016.
Los problemas económicos de América latina han persistido por años desde la crisis financiera global del 2008 y, más recientemente, por la desaceleración económica china.
Y cuanto más empeoran, mayor es la evidencia de que no es solo una racha pasajera.
NUEVA ERA DE EXPANSIÓN DÉBIL
Es “una nueva era de crecimiento más débil”, escribieron en un informe los economistas de la firma de análisis Capital Economics, con sede en Londres.
“El crecimiento económico en América Latina probablemente repunte en el próximo par de años pero prevemos que siga mucho más flojo que las tasas registradas a lo largo de la última década”, dijo el reporte.
Este escenario económico más pobre afectó a la popularidad de los presidentes en toda la región y ocupa el centro del debate en las próximas elecciones en Argentina y Venezuela.
Los opositores a la presidenta brasileña Dilma Rousseff bromean que su índice de aprobación, de 7,7 por ciento, es menor que la inflación.
En Brasil, los mercados han respondido al aumento del ruido político con una salida de los activos locales.
Los credit default swaps de Brasil a cinco años BRGV5YUSAC=R, una medida de la percepción de los inversores sobre el riesgo crediticio del país, se han ampliado más de 100 puntos básicos en el último año, a 262 puntos base.
Se prevé que calificadoras de crédito como Moody´s reduzcan la nota de deuda brasileña.
Pero la volatilidad no se ha limitado a Sao Paulo, especialmente porque los precios de las materias primas siguen bajos y la Reserva Federal estadounidense se prepara para elevar las tasas de interés.
Esta semana, el peso mexicano cayó al mínimo histórico, negociándose a 16 unidades por dólar.
El débil crecimiento ayudó a mantener contenida la inflación en México, Chile, Colombia y Perú, de acuerdo con el sondeo.
Las alzas de precios se limitan a países relativamente cerrados al comercio y afectados por cuellos de botella en la oferta, o sea Brasil, Argentina y Venezuela. La economía venezolana además sufre una crisis cambiaria.
El sondeo mostró también que no hay expectativas de recortes de tasas de interés a lo largo de la región. Por el contrario, se espera que los bancos centrales empiecen a subirlas este año o en el 2016, en línea con la Fed.
(reporte adicional de Alexandra Alper, Noe Torres y Jean Luis Arce en México DF, Ursula Scollo en Lima, Hernán Nessi en Buenos Aires, Nelson Bocanegra en Bogotá, Corina Pons en Caracas, Felipe Iturrieta en Santiago y Sarbani Haldar en Bengaluru; editado por Gabriel Burin).