Coleccionista halla fósil de reptil marino en Alaska

Coleccionista halla fósil de reptil marino en Alaska

Foto: En esta imagen de junio de 2015 proporcionada por la Universidad del Museo del Norte de Alaska, el yaimiento donde se ve una porción articulada de la columna del recién descubierto fósil del elasmosaurio, visible a la derecha en la pequeña capa de yeso blanco, en las montañas de Talkeetna, en Alaska. En la parte cubierta de yeso se encuentra la escápula del elasmosaurio / AP
Foto: En esta imagen de junio de 2015 proporcionada por la Universidad del Museo del Norte de Alaska, el yaimiento donde se ve una porción articulada de la columna del recién descubierto fósil del elasmosaurio, visible a la derecha en la pequeña capa de yeso blanco, en las montañas de Talkeetna, en Alaska. En la parte cubierta de yeso se encuentra la escápula del elasmosaurio / AP

Un equipo de investigadores confirmó el descubrimiento de un fósil de reptil marino en las montañas de Talkeetna, informó la Universidad del Museo del Norte de Alaska. Los huesos fosilizados de un elasmosaurio, una clase de plesiosaurio, fueron un hallazgo del coleccionista de fósiles Curvin Metzler, de Anchorage, reseña AP.

Los elasmosaurios tenían el cuello muy largo y extremidades aplanadas que les permitían nadar bajo el agua, precisó el miércoles en un comunicado Patrick Druckenmiller, comisario de ciencia terrestre del museo y experto en fósiles marinos.

“Imaginen al mítico monstruo del lago Ness y tienen una imagen bastante buena de cómo se veía”, dijo.





Esta especie vivió hace unos 70 millones de años, durante el Cretácico tardío. Los reptiles marinos vivieron en la era de los dinosaurios, pero no están clasificados como dinosaurios porque no caminaban sobre la tierra ni cumplen otros criterios para entrar en la categoría, explicó la portavoz del museo Theresa Bakker.

Los fósiles son los primeros de elasmosaurio encontrados en Alaska.

Durante varios años, Metzler encontró vértebras que se erosionaban en un acantilado. Metzler, Druckenmiller y otras dos personas visitaron el lugar en junio, identificaron de dónde procedían los huesos y recogieron buena parte del esqueleto.

“Me emocioné mucho la primera vez que Curvin me enseñó uno de sus huesos”, dijo Druckenmiller. “Lo reconocí como una vértebra de la base del cuello del animal, y quise visitar el lugar para ver si podíamos encontrar más. Basándonos en el tamaño de los huesos que excavamos, el animal debería medir al menos 25 pies (7,62 metros) de largo”.

Los fósiles estaban a medio camino en un acantilado de 60 pies (18 metros).

“Nos llevamos un buen pedazo del animal, pero aún hay más que excavar”, señaló el experto.