Quedarte sin dinero, quemarte en exceso o perder tu conexión… a veces la locura del viaje puede tener consecuencias molestas
El que mucho abarca, poco aprieta
Si bien la idea es aprovechar el tiempo en una ciudad para conocerla lo mejor posible, no es bueno ir al extremo. Si quieres hacer muchas cosas en un periodo de tiempo corto, no podrás disfrutar ninguna. Es mejor centrarse en lo que en verdad quieres ver en tu destino y recordar la experiencia como algo agradable.
Ser muy apegado al itinerario
A veces la espontaneidad es lo que hace más especial un viaje. Lo ideal es tener un itinerario o una lista de los atractivos que quieres conocer pero no le cierres las puertas a esas alternativas que aparecen en el camino. Si te enteras de un tour que suena interesante o pasas frente a un lugar que llama tu atención, no dudes en detenerte.
Sacar a pasear tus objetos de valor
Sabemos lo importante que es cuidar tus pertenencias y que no hay nadie mejor que tú para hacerlo. Pero ese afán de seguridad podría costarte caro, por ejemplo si eres víctima de un asalto y se llevan las cosas que tenías en la mochila como tu pasaporte, gran parte de tu dinero, tarjetas de crédito, etc. Lo mejor es caminar solo con lo necesario.
Cargar hasta con el perico
Empacar inteligentemente te ahorrará problemas de sobrepeso en el aeropuerto e incomodidades, si debes movilizarte de un lugar a otro. El truco es llevar ropa que pueda combinarse para lograr atuendos diferentes, prendas con varios usos como pantalones que se abren para convertirse en bermudas, solo un par de zapatillas cómodas, etc.
El sedentarismo y la flojera
Este consejo es especial para aquellos que compran los famosos paquetes de todo incluido. Aunque en el hotel tengas la comida y el alcohol que necesitas para disfrutar de tus vacaciones, recuerda que allá afuera hay un mundo por descubrir y que no experimentarás si te quedas echado al borde de la piscina todo el día o te despiertas tarde después de beber toda la madrugada.
Dejar todo para el último momento
Si tienes un vuelo con escalas o visitarás más de un destino en el país al que viajarás, es importante que pienses en lo que tardarás en encontrar el lugar de donde partirá tu transporte, lo lejos que esté de tu hotel, el tráfico que podrías encontrar. Es mejor pasar unas horas extra en el aeropuerto o terminal que perder tu dinero.
Olvidar el bloqueador
No hay nada peor que pasar la mitad de tus vacaciones con insolación. Podemos soportar la picazón de los mosquitos pero no las quemaduras de sol que no te permiten sentirte cómodo con ninguna prenda, no poder sentarte sin dolor o salir con un color poco saludable en tus fotos. No lo ignores, ocupa poco espacio en tu maleta.
No llevar “morralla”
Si en tu país este es un problema, ¿qué te hace pensar que no lo será fuera? Es más difícil cambiar un billete de 100 dólares que uno de 5, especialmente si quieres comprar una botella de agua. Viaja con algo de cambio en la cartera para ahorrarte dificultades.