Para el presidente Nicolás Maduro todo la crisis del país se resume en que se trata de la campaña opositora para ganar la Asamblea Nacional en diciembre.
¿Digno de Ripley?… en efecto.
Para el primer mandatario nacional “el caos, la incertidumbre y promover el sabotaje en todos los aspectos” es la campaña para las elecciones parlamentarias del próximo 6 de diciembre que está promoviendo la oposición.
Explicando su punto, Maduro afirmó que el viernes tiraron una emboscada en San Félix por orden desde “el Imperio”, refiriéndose a los saqueos que sacudieron al estado Bolívar. Afirmó también que era hora de que atraparan a los “autores intelectuales” de los mismos.
“Están buscando descuartizar Venezuela en un proceso de violencia generalizada al estilo de Libia”, aseguró Maduro.
Luego de 16 años en el poder y con la renta petrolera más alta que haya entrado al país, los venezolanos viven una insostenible situación de escasez e inflación que la verborrea oficial achaca a una imaginaria “guerra económica”. Así mismo, el gobierno bolivariano ha señalado como culpable de la grave situación de delincuencia que afecta a todos los estratos sociales del país a “paramilitares” financiados por la “derecha”, acusando directamente al gobernador del estado Miranda, Henrique Capriles, de ser el cabecilla de estas acciones.