El alcalde de Nueva York, Bill de Blasio, aseguró que el brote de legionelosis que ha dejado siete muertos en la ciudad ha empezado a remitir, pero anunció medidas “agresivas” para frenar el avance de la enfermedad. EFE
“El hecho de que en las últimas veinticuatro horas solo hayamos detectado cinco nuevos casos sugiere que hay una reducción y eso son buenas noticias”, dijo el alcalde en una conferencia de prensa en el hospital Lincoln.
Según el último balance facilitado por el departamento de Salud, desde que estalló el brote a mediados de julio se han confirmado siete víctimas mortales y un total de 86 casos, de los que más de sesenta han implicado hospitalización.
El epicentro del brote sigue siendo el condado de El Bronx, donde las autoridades han identificado cinco torres de refrigeración que han dado positivo y ya han sido tratadas para eliminar la bacteria de la legionela.
“Estamos decididos a hacer todo lo que esté en nuestras manos para minimizar la posibilidad de que esto pueda volver a ocurrir, y vamos a ser muy agresivos a la hora de afrontar este problema”, añadió De Blasio.
El ayuntamiento de Nueva York tiene previsto aprobar un paquete de medidas para frenar el brote, incluidas más inspecciones, nuevas recomendaciones en caso de diagnóstico positivo y sanciones para quienes no cumplan con los nuevos estándares.
“Es alentador que el alcalde se haya sumado a mi llamamiento para que se apruebe nueva legislación en respuesta al brote (…) para que la ciudad pueda ser proactiva en vez de reactiva”, dijo el presidente del condado de El Bronx, Rubén Díaz.
La oficina de prensa del alcalde aseguró en un comunicado que el suministro de agua es seguro en toda la ciudad y los sistemas de aire acondicionado particulares no están afectados, por lo que es seguro seguir utilizándolos.
Las autoridades quisieron así lanzar un mensaje de tranquilidad, pero De Blasio hizo hoy un llamamiento a los ciudadanos para que acudan a los servicios médicos en caso de que experimenten alguno de los síntomas de la enfermedad.
La legionelosis es un tipo de neumonía causada por bacterias que se adquiere, generalmente, por respirar vapor de agua que contiene las bacterias y que puede provenir de bañeras o duchas calientes o de grandes unidades de refrigeración.
El primer brote de legionelosis del que se tiene constancia apareció en 1976 en Estados Unidos, donde 221 veteranos de guerra reunidos en un hotel de Filadelfia (Pensilvania) se infectaron con la bacteria y 34 de ellos murieron.