Murió Johanna Quandt, principal accionista del grupo automovilístico BMW

Murió Johanna Quandt, principal accionista del grupo automovilístico BMW

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Johanna Quandt, principal accionista del grupo automovilístico alemán BMW, murió el lunes a los 89 años de edad, anunciaron este miércoles sus hijos, citados en un comunicado de la fundación familiar. AFP

La familia Quandt es una de las más poderosas y ricas de industriales alemanes.  Con sus dos hijos, Susanne Klatten y Stefan Quandt, Johanna controlaba el 46,7% del capital del constructor automovilístico, y poseía diversas participaciones en otras empresas alemanas.

Viuda del patriarca Herbert Quandt, Johanna Maria Quandt, cuyo apellido original era Bruhn, nació en 1926 y era una de las figuras más conocidas de los imperios familiares que caracterizaron el auge de la economía alemana.

Las causas de su muerte no fueron comunicadas y la familia se limitó a precisar que murió en su casa de Bad Hombourg, en el Estado regional de Hesse (centro).

Su familia es una de las más conocidas de Alemania y en 2013 ofreció una donación de dinero importante al partido conservador de la canciller Angela Merkel.

Poco después de la reelección de Merkel para un tercer mandato, los Quandt donaron cerca de 700.000 euros a la Unión demócrata-cristiana (CDU).

La oposición afirmó que ese generoso regalo podía estar relacionado a la voluntad del gobierno de rechazar las normas europeas más obligatorias para los automóviles en materia de rechazos de CO2.

Merkel ha sido calificada de “canciller del automóvil”, pues ha apoyado desde hace años a este sector automovilístico clave de la industria de su país, famoso en el mundo entero pues los vehículos alemanes son sinónimo de calidad.

Johanna Maria Quandt conoció a Herbert Quandt, gran industrial alemán, en los años 50, cuando era su secretaria.

Luego de la muerte, en 1982, del patriarca, con quien se casó en 1960, asumió la jefatura del imperio, antes de retirarse y ser reeemplazada por sus hijos. Se desempeñó como vicepresidente del consejo de vigilancia de BMW durante 15 años, hasta 1997.

El presidente de BMW, Harald Krüger, destacó “la convicción y la pasión” manifestadas por esta mujer, que huía de las mundanidades y permaneció siempre discreta pese a su fortuna.

La familia Quandt se convirtió en 2014 en la mayor fortuna de Alemania con un patrimonio de unos 31.000 millones de euros, según la clasificación del semanario Manager Magazin. Superó así a los hermanos fundadores del grupo de supermercados de bajo precio Aldi.

También posee partes en el especialista de fibras de carbono SGL Carbon y en el grupo químico Altana.

El apellido Quandt también está relacionado con las horas más sombrías de la historia alemana, pues uno de sus ancestros, Günther Quandt, empleó 50.000 trabajadores forzosos bajo el régimen nazi, explotándolos hasta el punto que algunos murieron.

Su empresa armaba y equipaba a las tropas hitlerianas durante la Segunda Guerra Mundial y se enriqueció considerablemente gracias al despojo a los judíos.

Pero la familia Quandt tardó en arrepentirse y sólo en 2011 autorizó la publicación de un libro implacable de un historiador alemán.

Susanne Klatten, hija de Johanna Quandt, fue noticia en 2009, al ser víctima de un hombre que la sedujo y amenazó con publicar imágenes de sus relaciones íntimas si no le daba dinero.

“El gigoló suizo”, como fue apodado por la prensa alemana, fue condenado a seis de cárcel.

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