Reclutadores de talento en toda Latinoamérica están escudriñando Venezuela para hallar profesionales de bajo costo, en momentos en que la profunda crisis económica ha dejado a muchos trabajadores calificados ganando menos dinero que taxistas o camareros, reseña Reuters.
Venezolanos altamente entrenados están tratando de escapar de la economía socialista en la que, a menudo, tienen que buscar un segundo empleo y pasar horas en filas para comprar productos básicos como leche o pañales.
La crisis ha creado un mercado fértil para empresas globales de cazatalentos, incluyendo Korn Ferry, Caldwell Partners y Stanton Chase, así como para empresas regionales más pequeñas.
El desarrollador de software de Apple, Héctor Ghinaglia, de 24 años, ganaba unos 130 dólares al mes calculados a la tasa de cambio del mercado paralelo, hasta que fue reclutado a través de LinkedIn.
“Un día apareció un mensaje con una oferta laboral”, dijo Ghinaglia, a quien le ofrecieron 900 dólares mensuales, más el costo de su vuelo y una visa para trabajar en Colombia.
A pesar de que luego se dio cuenta de que el costo de vida era mayor en el país vecino, él está contento con la decisión.
Entre los profesionales más buscados están los expertos en tecnología que enfrentan pocas oportunidades en el menguado sector privado de Venezuela.
También los ingenieros de petróleo y gas, reacios a trabajar para la estatal Petróleos de Venezuela (PDVSA), que bajo el mandato del fallecido Hugo Chávez movió parte de su foco hacia proyectos de desarrollo social.
“Si estamos buscando cubrir un puesto especial, como un geólogo o un especialista en petróleo o gas, Venezuela es una fuerte opción para nosotros”, dijo Claudio Fernaud, director gerencial de la sucursal de Stanton Chase en Argentina.
En el pasado los cazatalentos se han enfilado a países latinoamericanos en los momentos de crisis económicas, como Argentina en el 2000 y en Brasil en década de 1980.
“Tragedia”
El colapso de la moneda local, el bolívar, ha sido particularmente destructivo para los salarios en Venezuela, ocasionado que un iPhone cueste varios meses de salario de un ejecutivo de alto nivel.
El control de cambios enclava el bolívar a una paridad de 6,3 por dólar, pero la tasa del mercado paralelo gobierna gran parte de la economía y roza los 687 bolívares por dólar.
“Todo el mundo está buscando salarios en moneda dura: dólares, libras, euros. Cualquier cosa menos bolívares”, dijo Leonardo Lacruz, un director venezolano de la multinacional de reclutadores Korn Ferry, agregando que ha sido testigo de “la desesperación” de ejecutivos por abandonar el país.
La operación en Panamá de Stanton Chase dijo que recibe entre 30 y 40 hojas de vida diarias de Venezuela; en comparación con sólo una al día de Colombia.
Las empresas locales son incapaces de mantener los salarios en consonancia con el aumento de la inflación, y mucho menos pagar sueldos que compitan con los de países vecinos.
Y, constantemente, se preocupan de que sus técnicos calificados los abandonen, dijo Juan Carlos Dao, presidente de Bancaribe, uno de los 10 principales bancos del país.
“Es una tragedia muy difícil de manejar”, dijo Dao en una entrevista con Reuters a principios de este año. “Esto le está sucediendo a todo el mundo, a todas las principales compañías”.
A su vez, las devaluaciones constantes del bolívar han causado multimillonarias pérdidas en los balances de multinacionales desde General Motors a Energizer.
¿McDonald´s o Matemáticas?
Cerca de un 5 por ciento de los 30 millones de venezolanos han abandonado el país desde que Chávez llegó al poder en 1999, calcula el sociólogo Tomás Páez, quien ha publicado artículos y libros sobre la migración.
El Gobierno de su sucesor, Nicolás Maduro, niega que el país esté sufriendo una fuga de talentos, pero no ha dado estadísticas de las salidas.
El país no restringe la emigración, aunque muchos de los que se quieren ir alegan que no tienen el dinero para empezar una nueva vida en otro lugar.
La mayoría de los migrantes a menudo no cuentan con el lujo de tener un contrato de trabajo antes de salir, por lo que se amparan en familiares y amigos que esperan podrán ayudarlos cuando llegan a otros países.
La frustración creada por los problemas en Venezuela ha llevado a algunos profesionales a firmar acuerdos poco ideales.
Andreina, de 35 años, dijo que ganaba alrededor de 300 dólares al mes, a la tasa del mercado paralelo, como gerente de asuntos corporativos de una importante multinacional en Caracas.
Harta de no poder encontrar leche y pañales para su hijo pequeño, se inscribió en LinkedIn, donde fue rápidamente contactada por una firma ecuatoriana.
Se trasladó en abril. A pesar de ganar 2.500 dólares mensuales, Andreina, quien pidió que su apellido no fuera publicado, es consciente de que está ganando menos de la mitad de lo que pagan en el resto del mercado.
“Pagan tan poco porque saben que nuestra calidad de vida en Venezuela es muy mala”, dijo.
Pero el encanto de irse todavía brilla para muchos.
“Estoy ganando lo mismo que alguien que trabaja en McDonald’s,” dijo Anthonny Arias, profesor de matemáticas de 28 años. Arias trabaja en la ciudad andina de Mérida como experto en lógica matemática y gana el equivalente a 4 dólares semanales al tipo de cambio en el mercado paralelo.
“¿Quién tiene mayores responsabilidades, una persona que fríe papas o una persona que enseña a la próxima generación?”, se preguntó retóricamente.