Ese día llegaron 18 mil pollos, o eso recuerda Aquiles Díaz, hijo del propietario del local La Granja, en la ruta 1 de Vista al Sol, donde el pasado viernes 31 de julio comenzó el saqueo en San Félix.
Clavel Rangel / Correo del Caroní
Pasaban las 11:00 de la mañana cuando una multitud se aglomeró en el portón que da al terreno y al cabo de segundos derribaron las puertas y corrieron hacia los corrales.
“Se agolparon hasta que llegaron al portón y con candados y todo comenzaron a forcejear y después que estaba abajo: ‘¡Vámonos, pa’ dentro todo el mundo!”.
Eran vecinos del sector, clientes de toda la vida, y también hombres armados con tubos, piedras, pistolas, machetes y báculas.
“Estábamos aquí pero después que llegó la gente, todo el mundo se puso a guardar el pellejo, a agarrar y a esconderse. Uno no puede parar una turba con 900 personas”.
Aquiles lo cuenta apenas este viernes cuando decidieron abrir y trabajar a medias. Sabe que aparte de la delincuencia, “se trata del hambre que está pasando el pueblo, no consiguen nada en la calle y bueno… la misma gente… apoyada con los otros sinvergüenzas antisociales, uno le dio alas al otro y se juntaron y pa’ dentro. Así fue que acabaron con todo”.
La turba no se llevó los camiones y las láminas de zinc de los criaderos de pollo porque Aquiles logró la ayuda de la Guardia Nacional Bolivariana (GNB), a quien él también tuvo que “ayudar” y lograr sacar a la gente.
Laborar en zozobra
Aquiles ya sabía que algo como lo del viernes podía ocurrir. Aunque no aparecía como reseña en los medios, desde hace meses motorizados roban en la ruta 1 de Vista al Sol y la gente se aglomera en los abastos. “Yo mismo ya decía que esto se estaba convirtiendo en un polvorín, y ese fosforito lo prendieron el día viernes”.
– El Gobierno dice que en todo esto actuaron paramilitares o grupos organizados.
– Mire, yo le voy a decir una cosa, en el grupo que entró acá yo sé que no había ningún paramilitar. Esos eran vecinos y una cuerda de sinvergüenzas -porque no voy a decir que a los mil los conozco- pero bastante gente conocida yo vi. Bueno… eso que dicen, bueno, yo en ellos no creo nada.
A todas estas, nadie del gobierno ha hecho un recorrido para conocer los daños o tomar datos de lo que ocurrió. Aquiles y su familia laboran en zozobra porque cree que algo similar puede volver a ocurrir.
“Esto que está aquí es un caldo de cultivo, es una bomba de tiempo (Vista al Sol) porque la delincuencia y la misma hambre… vas al mercado y no hay nada, todo es una cola. Ahorita allí llegó una cava (señala una calle) y eso lo iban a saquear en una bodeguita. El señor tuvo que retroceder e irse porque parece que iban a traer mantequilla”.
Le preocupa, además, que “esto lo van a agarrar para guachafita. Ya empezó el bochinche, andan las motos dando vueltas en toda Vista al Sol, y se llaman por teléfono y después llegan los otros en moto y se arma todo”.
Una semana después del saqueo, por primera vez en 47 años, aún cuesta retomar la rutina. “Uno no puede cerrar y listo, es una zozobra pero hay que seguir luchando”.