Cerca de 6.000 personas han sido detenidas en Venezuela por delitos relacionados con el contrabando, un año después de la puesta en marcha de un plan gubernamental contra el ilícito, informó hoy la fiscal general, Luisa Ortega Díaz. EFE.
En su programa semanal “Justicia y Valores” en la emisora caraqueña Unión Radio, la fiscal reveló que del total de 5.994 personas detenidas, 2.132 permanecen en la actualidad tras las rejas.
Otras 3.500 fueron beneficiadas “con medidas cautelares” y 362 gozan de “libertad plena”, precisó.
El presidente de Venezuela, Nicolás Maduro, activó hace un año el plan, eminentemente policial, que en la zona fronteriza con Colombia cuenta con acciones coordinadas con el Gobierno de ese país.
Venezuela considera que el contrabando es una de las principales causas de la aguda escasez y desabastecimiento de alimentos y medicinas, entre otros productos, que vive el país desde hace meses y que ha desatado un malestar generalizado, admitido por el Gobierno y sus opositores.
El Gobierno achaca el asunto a una “guerra económica” para dar al traste con la gestión de Maduro, en tanto que sus opositores apuntan a una mala gestión económica, corrupción e ineficacia.
El plan incluye el cierre nocturno de la frontera de Venezuela y Colombia de 2.219 kilómetros, por la que circulan de forma ilegal mercancías que, según Venezuela, equivalen al 40 % de los productos que produce o que importa para abastecer el mercado interno a bajos precios, gracias a diversas subvenciones estatales.
El contrabando deja un gran margen de ganancia que se multiplica en el caso de la gasolina, asimismo subsidiada en Venezuela, la más barata del mundo.
En Venezuela, el tanque de almacenamiento de 50 litros de un vehículo de pasajeros se llena con el equivalente a menos de medio dólar, al cambio oficial más bajo de 6,3 bolívares por dólar.
El Gobierno estima que de los 700.000 barriles diarios de gasolina que destina al consumo interno del país, cerca de 100.000 barriles se escapan al extranjero debido al contrabando.