El Centro Penitenciario David Viloria, mejor conocido como Uribana, vuelve a ser noticia. En está oportunidad no fueron los reclusos los que se portaron mal, sino dos funcionarios que cumplen funciones de custodios, quienes solicitaban 500.000 bolívares, para cambiar a un privado de libertad de un pabellón a otro, reseña El Impulso.
Su acción fue denunciada y los mismos fueron detenidos por funcionarios del Comando Nacional Antiextorsión y Secuestro (Conas) de Lara.
Desde el mes de noviembre a Uribana fue trasladado un joven de 27 años. Venía desde el Internado Judicial de Carabobo, mejor conocido como Tocuyito, procesado por el delito de homicidio.
Este muchacho fue ubicado en un módulo y aparentemente unos custodios negociaron con un superior para que lo pasaran a pabellón 1, en donde están algunos privados de libertad con algunas comodidades, relató una fuente ligada al centro penitenciario.
Se presume que familiares del reo pagaron alguna cantidad para ello. Lo cierto es que el superior se molestó porque no recibió dinero alguno y movió al interno para una celda de aislamiento, conocido como El Tigrito.
La madre del detenido comenzó a recibir llamadas. Eran unos hombres quienes le decían que a su hijo lo tenían en aislamiento; que si quería que lo movieran debía cancelar la cantidad de 500.000 bolívares.
Posterior a estas llamadas recibía otras de su propio hijo, quien le suplicaba a la madre que pagara, porque donde estaba se encontraba muy mal. La mujer describía que la voz se escuchaba como si estuviera encerrado en un cajón.
Dichas llamadas desesperaron a la madre, quien viajó desde Carabobo, desesperada por la situación, y tras ser orientada se armó de valor y denunció al Conas la situación, indicó la fuente ligada al caso.
Una vez que los castrenses tenían conocimiento del caso y con orden del Ministerio Público, cuadraron el encuentro, en donde la dama les daría el dinero.
Trascendió que negociaron hasta llevar a 300.000 bolívares el monto de la extorsión.
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