“¡Viva Sergio Moro!”: un grito repetido en las masivas manifestaciones de este domingo en Brasil para apoyar el trabajo del juez que juzga con mano de acero el megaescándalo de corrupción en Petrobras, el mayor de la historia del país.
AFP
En las protestas convocadas en varias ciudades contra el gobierno hubo decenas de pancartas con inscripciones como: “Gracias Sergio Moro”, “Je suis Sergio Moro”, “Todos somos Moro” o “Fuerza Sergio Moro”.
“Juez Sergio Moro, el ciudadano brasileño está orgulloso de usted. Fuera Dilma [Rousseff], fuera PT”, se leía en otra inmensa pancarta en la neurálgica avenida Paulista de Sao Paulo.
“He seguido todo el caso Lava Jato y el juez Moro es la salvación del país”, dijo a la AFP José Freitas, de 88 años, parado con un cartel amarillo y letras negras y rojas que decía: “Sergio Moro, Brasil está contigo”.
Moro, de 43 años, es el juez federal que lleva en Curitiba (sur) los procesos penales derivados de la Operación Lava Jato (lavadero de autos), que develó una compleja red de corrupción en la petrolera estatal. Exjerarcas de Petrobras y grandes empresarios brasileños amañaron contratos, manipularon licitaciones y pagaron sobornos a políticos, supuestamente varios de ellos del Partido de los Trabajadores (PT) de la presidenta Dilma Rousseff.
La red de desvíos generó unos 2.000 millones de dólares en pérdidas para la empresa.
Exejecutivos de Petrobras, grandes empresarios y hasta dos piezas importantes del PT–José Dirceu, mano derecha de Lula en su primer gobierno, y Joao Vaccari Neto, extesorero de la organización– están presos por orden del magistrado, electo Personalidad de 2014 por el diario O Globo.
“Admiro al juez porque está enfrentando a gente de mucho dinero y poder. Seguro que intentaron comprarlo, pero él no se ha dejado corromper. Son pocos así como él”, expresó en Sao Paulo Rubia Cravo Teixeira dos Santos, de 48 años.
En Brasilia, un hombre arropado en una bandera de Brasil vestía una camiseta amarilla con el rostro del juez impreso en el pecho y la palabra “Moro”.
La investigación por corrupción ha influido en la caída vertiginosa de la popularidad de Rousseff a 8%, según el último sondeo.
La mandataria o el popular expresidente Lula no han sido acusados por la justicia en el caso que lleva Moro, aunque muchos manifestantes no dudaron en involucrarlos. AFP