Un muerto y al menos 20 heridos fue el saldo que dejó una reyerta en los calabozos del Cuerpo de Investigaciones Científicas, Penales y Criminalísticas (Cicpc), delegación Barcelona, según lo reseña eltiempo.com.ve
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Los privados de libertad exigían el traslado a otros centros de reclusión, en donde les aseguraran mejores condiciones. Familiares denunciaron que se encuentran hacinados y en total insalubridad.
El motín se inició a las 9:00 am, aproximadamente. Los internos protagonizaron una huelga de sangre y se cortaron varias partes del cuerpo como medida de presión.
Además estrangularon a José Miguel Marcano Zamora, de 34 años, quien apenas tenía una semana recluido, y no había sido bien recibido.
El hecho ocurrió a la 1:30 pm, cuando los funcionarios presumían que la situación se estaba calmando.
La madre de uno de los procesados, Carmen Caracuan, fue una de los más de 30 parientes que acudieron desde tempranas horas de la mañana, como todos los días, a llevar comida. Pero se consiguió con que los efectivos no querían recibir las bolsas.
Tras sentir el temor de la mayoría de los familiares, incluso para identificarse, expresó: “A mí que me maten, no me importa. Ya yo viví lo que tenía que vivir, pero mi hijo no”.
Similar comentario hizo Karina González, cuyo pariente tiene nueve meses recluido en uno de los tres calabozos del centro.
Rita Beiquer, suegra de otro preso, mencionó que hay muchos hombres que tienen órdenes de hospitalización y los policías, supuestamente, no les permiten el traslado.
Un abogado, que también estaba presente y prefirió omitir su identidad, dijo que a veces le cobran hasta 3 mil bolívares para poder entrar a ver a sus defendidos. Denunció que similar cantidad ha tenido que cancelar para entregarles un documento.
Solución al problema
La coordinadora de Derechos Humanos de Anzoátegui, Eulalia Blanco, se hizo presente, al igual que la fiscal penitenciaria Liseth Bastardo.
Blanco entró a las celdas y reconoció que los detenidos estaban en condiciones infrahumanas.
“Allí hay tres calabozos. En uno hay 33 hombres, en otro 100 y en el tercero 12 mujeres, una de ellas de 74 años de edad y otra embarazada”, puntualizó.
Pidió que con urgencia solventen la situación de hacinamiento en la cual conviven los privados de libertad, mientras los familiares protestaban con pancartas en las afueras.