La MUD y Diosdado Cabello se encuentran en campaña pero con objetivos distintos. La Mesa de la Unidad alineada en la elección del próximo seis de diciembre; mientras el presidente de la AN se ha enfocado en ocupar los espacios que el débil liderazgo de Nicolás Maduro ha ido dejando.
En el período de Hugo Chávez las culpas recaían en los ministros, nunca en él. Ahora la culpa de la situación actual recae en los hombros de Nicolás Maduro. Diosdado conociendo esta realidad se ha querido erigir en el guardián del legado del comandante eterno. En las apariciones de Maduro la imagen de Chávez ocupa cada vez menos espacio enfocando la atención en el actual inquilino de Miraflores. Diosdado por su parte dedica la mitad de su programa a videos del difunto presidente. Las alocuciones de Maduro pueden pasar sin pena ni gloria, lo que no sucede con los anuncios del presidente de la AN. Las inhabilitaciones y ordenes de captura divulgadas en Con el mazo dando se han materializado sin excepción. El presidente de la república se encuentra cada día más aislado. Sin buscar rectificar, expía la culpa de más de quince años de mal gobierno. Miraflores ya no controla al PSUV ni a las fuerzas armadas. Diosdado Cabello es el hombre fuerte dentro del PSUV, es él quien maneja los lazos con las fuerzas armadas y quien ha ido desplazando a Maduro en las bases del chavismo. Pero Cabello sabe que no es suficiente controlar el panorama interno, por eso con la bendición de los Castro y la ayuda de Dilma Rousseff busca la absolución del imperio.
El 6 de diciembre el presidente de la A.N. se juega mucho más que su reelección al parlamento. Cabello no está dispuesto a permitir una derrota. También sabe que la situación actual es una bomba de tiempo. Por eso hábilmente se ha ido situando como el salvador de la revolución.
En la otra acera la Mesa de la Unidad enfocada en las elecciones, ha descuidado espacios importantes. La falta de suficiente interacción con los diferentes factores de la sociedad civil y el cerrarle los espacios a diferentes figuras emblemáticas, le impide a la cúpula opositora interpretar lo que los ciudadanos quieren. Estimulada por el gobierno, una autodenominada tercera vía ha surgido en el camino, sin darse cuenta que las terceras vías no se decretan. La tercera vía y la MUD tienen en común el priorizar las candidaturas a la grave situación del país, mientras, los venezolanos, preocupados en intentar llegar a fin de mes, rehúyen a involucrarse en campañas electorales. Las colas, la escasez, la inseguridad y la inmensa inflación hacen sentir que diciembre está muy lejos.
Mientras la MUD no parece darse cuenta de esta realidad. Diosdado, que de tonto no tiene un pelo, pareciera estar estudiando la forma de dar un Dakazo. Un Dakazo que, ojo, podría dejar fuera de juego tanto a Nicolás, como a la MUD.
@Isidro_Alonso