El canciller de Paraguay, Eladio Loizaga, realizó hoy un llamado a respetar los derechoshumanos de los colombianos en Venezuela, tras la crisis en la frontera entre ambos países que llevó a la deportación de más de mil colombianos desde el pasado 19 de agosto.
EFE
“Es innegociable el derecho a ser respetado. Paraguay hace un llamado a que se respete el derecho de los migrantes, que sean tratados como humanos“, expresó Loizaga en declaraciones a medios locales.
Apeló además al “diálogo” y al “derecho a la dignidad, a ser tratado humanamente como cualquier migrante”, en su calidad de vicepresidente de la Comisión de Derechos Humanos de la ONU.
“Creemos que la situación que viven los migrantes colombianos merece ser considerada con la mayor atención y prioridad por los países de la Unasur. Respetamos los derechos humanos, y creemos que si existen problemas fronterizos, el camino es el diálogo”, afirmó.
El canciller de Paraguay, país que ostenta durante este semestre la presidencia pro-témpore de Mercosur, un bloque en el que también está incluida Venezuela junto a Uruguay, Argentina y Brasil, expresó que la situación en la frontera entre Colombia y Venezuela “poco favor le hace al proceso de integración en América Latina”.
La frontera entre ambos países está cerrada desde el 19 de agosto en el puente Simón Bolívar, que comunica a Cúcuta (Colombia) con San Antonio (Venezuela), por orden del presidente venezolano, Nicolás Maduro, como parte de una campaña contra el contrabando y supuestos paramilitares, que incluyó la declaración del estado de excepción en seis municipios y la deportación de más de mil colombianos.
La crisis entre Colombia y Venezuela entró el viernes en la agenda internacional con la llamada de la ONU a mantener un “diálogo constructivo”, el anuncio de una reunión de la Unasur el próximo 3 de septiembre y a la espera de que la OEA decida si convoca una cita de cancilleres, luego de que ambos Gobiernos llamaran a consultas a sus embajadores.
Colombia y Venezuela comparten una frontera de 2.219 kilómetros con tres puestos migratorios terrestres en Paraguachón (La Guajira), Cúcuta (Norte de Santander) y Arauca (Arauca), y uno fluvial en Puerto Carreño (Vichada), y el resto son cruces ilegales, muchos de ellos en zonas selváticas. EFE