No es Navidad y tampoco el Día del Niño, pero la fecha para los padres resulta tan importante como las dos anteriores: se viene el cumpleaños del hijo. Los más pequeños, entre 3 y 7 años, piden un juguete con emoción, dos y hasta tres. Los más grandes (de 8 a 14 años) reciben reuniones organizadas en algún restaurante o, si el ‘bolsillo’ no lo permite, en casa.
Las madres zulianas, no todas en compañía del padre, comienzan a planificar la ocasión hasta 6 meses antes. Fiestas caseras, juegos de fútbol, viajes, y hasta pijamadas en un hotel, forman parte de las genialidades para que en la fecha exacta Carlitos, Albertico, Anita, Sebas, Sofi, Santi o David, celebren un añito más de vida.
Karen Sánchez, de 35 años, se siente afortunada ante la fecha, ya que su hijo, y el de su vecina cumplen el mismo día, por lo que como es tradición desde hace 4 años, realizan una sola fiesta. “Ella compra la torta, una sola, y se encarga de la comida, mientras que yo compro todos los materiales para adornar el apartamento, este año (el 26 de septiembre) toca en el mío. Mi esposo llama a algunos amigos y con eso resolvemos las bebidas, pero igual es estresante y se gasta mucho dinero”, explica la mamá de Sebastián Manuel, el ‘chiquitín’ del hogar.
“Dependiendo de los amiguitos que invite cada uno, les damos un máximo de cinco, terminamos gastando como 20 ó 25 mil bolívares. Una torta sencilla ya cuesta hasta 5 mil bolívares y los ‘pasapalos’ ni se diga. Compramos 200 tequeños, dos paquetes de salchichas que ya están en 1.000 bolívares cada una y las chucherías. Con eso les adornamos la mesa junto a la torta, ponemos unos globos y la piñata que nunca falta (…) Tratamos de no conseguirla tan grande porque cuesta más llenarla y ya un paquete de chupetas está en 700 bolívares y necesitas como 4 ó 5 además de las bolsas que venden con jugueticos para completaras” (…) De verdad que todo está muy caro, hace como una semana me reuní con ella y estamos tratando de comprar todo ya para guardarlo porque no sabemos si de aquí al mes que viene todo vuelve a subir”.
Karen confesó que “pensaba junto a Isabel (su vecina) organizar la fiesta en un club para niños ya que el ‘afterparty’ de nosotros es puro limpiar” (Ríe). “Fuimos a varios lugares pero que va, en casa otra vez, así tengamos que limpiar los techos, sale mucho más económico”.
PANORAMA realizó un recorrido en varios restaurantes y centros de entretenimiento infantil, logrando constatar que el presupuesto promedio, sin incluir torta, piñata y dulces, ronda los 35 mil bolívares por una reunión de tres horas. El tiempo adicional (60 minutos) podrían ser hasta 5 mil bolívares dependiendo del paquete seleccionado.
Para Maikol Páez, padre de Emma Sofía, y a quien próximamente le celebrará dos años, la reunión debe realizarse en casa. “Yo el año pasado organicé una piscinada en una granja, me costó 6 mil bolívares, pero andá este año pa’ que veáis cómo están los alquileres, hasta 20 mil. Ahora yo opté por el patio de la casa y tengo la suerte de que la cuñada mía hace todo, hasta piñata y torta, yo le compro los materiales o le doy 2.000 bolívares semanales y ella hace todo”.
“Es un estrés compadre, hasta el palo de la piñata te pone a sufrir”, relata en confianza. “Hay que gastar en las chucherías, eso es casi que obligado, los ‘pasapalos’, y ahora no encuentra uno ni mayonesa pa’ preparar una salsa, y el secreto pa’ que la gente esté disfrutando es que estén ‘picando’. Yo alquilo maquinitas de cotufas o de algodón que también resuelven si los dulces están muy caros. A veces hay que prestar dinero pa’ terminar de organizar todo y muchas veces los invitados no te llevan nada, ni un regalito o un dinerito pa’ recuperar o por si acaso hay que reponer bebidas. Todo eso sin contar el juguetico de la niña, que también están hasta las nubes, te puede costar lo mismo que la fiesta”.
Maikol aspira a gastar 70 mil bolívares en el cumpleaños de su hija. “Parece mentira pero se gasta bastante, hay que buscar los vasitos, los platicos, las servilletas, todo eso está carísimo. Los niños no van a pasar toda la fiesta con una chupeta. Un paquete de caramelos está costando hasta 1.500 bolívares y a veces ni los miran, los botan o se los meten en el bolsillo”.
En un recorrido por jugueterías de Maracaibo, PANORAMA observó los precios. Juegos de mesa: entre 800 y 4.000 bolívares; rompecabezas: 400 a 1.500 bolívares; balones: 1.500 a 4.000 bolívares; juegos de cocina y doctor para niñas: 20 mil bolívares; peluches: de 4.000 a 12.000 bolívares; muñecos bebé: entre 4.000 y 17.000 bolívares; superhéroes de acción: 17.000 bolívares; patineta: 10.000 bolívares; carritos de pista: 1.300 bolívares; casa de muñecas: 40.000 bolívares; legos: de 5.000 a 20.000 bolívares.
“Entrar a las jugueterías es la locura cuando veo los precios, y siempre prefiero ir sin mi hijo porque se emociona mucho y quiere que le compre de todo y no me gusta decepcionarlo en público”, confiesa Aurora Martínez, quien acostumbra a ofrecer a su pequeño Santiago uno o dos regalos para premiarlo por su cumpleaños.
“Gracias a Dios que ‘Santi’ me ha salido muy comprensivo, ya tiene 8 años y converso con él sobre lo caras que están las cosas. Por esta ocasión estoy pensando es llevarlo al cine o a una piscina que le encantan, pero sin tanta ‘muchachera’, él conmigo y quizá uno o dos amiguitos (…) Así puedo ahorrar un poco más de dinero y comprarle su regalito en diciembre”, expresó en tono alentador.