Esta desesperada acción de la Cúpula Roja, es la búsqueda del nuevo Dakazo; elaborada por la maquiavélica cúpula Cubana a quien los Colombianos no le importan; convirtiéndolos en chivos expiatorios de los males en la frontera.
El contrabando es imposible sin la participación cómplice de militares y grupos irregulares; razón por la cual hay que evaluar su desempeño, antes de estar tirando paradas peligrosas como esta.
Es un irrespeto a la venezolanidad olvidar los lazos históricos, económicos, culturales y afectivos que tenemos con los Colombianos; somos hijos del mismo proceso emancipador, inspiración de Bolívar, el Ilustre Libertador de la Gran Colombia de su amor, sueños y esperanzas.
Debemos expresarle a los Colombianos en esta hora menguada: solidaridad, hermandad y cariño. La historia será implacable para elaborar su condena a ideólogos del mazo y a toda la atorrancia que hoy gobierna Venezuela.
Desafortunadamente, hay gente que todavía se come los cuentos de la narrativa virtual oficialista y comulgan con el Estado de Excepción; es éste un nuevo Dakazo, es el espejismo de turno.
El status se prepara para vendernos que con el cierre de la frontera tendremos muchos alimentos y productos, cuando en realidad es una jugada del Gobierno endeudar más al país e importar en grandes cantidades por la Campaña Electoral; pan para hoy y hambre para mañana. Cumplo con alertar sobre el tema.
A pesar de la visión profundamente critica de la actuación oficial venezolana, consideramos necesario buscar salidas signadas por el diálogo y la diplomacia. En tal sentido el día lunes desde Caracas propusimos la creación de una comisión internacional mediadora que impida agravar la situación planteada. De buena fe proponemos una comisión integrada por el Vaticano; con la bendición y el liderazgo del papa Francisco y la credibilidad de la Iglesia Católica, el Centro Carter que tiene una relación de vieja data con ambos países y el ex Presidente uruguayo Pepe Mujica, un líder con prestigio, credibilidad y humildad de los cuales hace gala en los momentos difíciles. Ojalá encontremos luz en el túnel oscuro que tenemos por delante.
Basta de buscar culpables donde no están, es infamante convertir a humildes Colombianos en chivos expiatorios de delitos, la xenofobia es un boomerang, hasta cuando encubren a poderosos militares y civiles que actúan con impunidad en la frontera y sobre todo es tiempo de frenar la confusión de los males estructurales con conveniencias coyunturales.