La Organización de Venezolanos Perseguidos Políticos en el Exilio (Veppex), emitió un comunicado donde rechazan las declaraciones de Diosdado Cabello, respecto a la decisión de la CIDH a favor de RCTV.
Exigieron respeto por parte de Cabello y recordaron que el gobierno venezolano nunca acata las decisiones de los organismos internacionales y “siempre ha hecho caso omiso a los fallos y veredictos emitidos”.
A continuación, el comunicado completo:
La Organización de Venezolanos Perseguidos Políticos en el Exilio (Veppex) expresa su indignación y rechazo a las declaraciones del Presidente de la Asamblea Nacional, Diosdado Cabello Rondón sobre la decisión de la Comisión Interamericana de Derechos Humanos que ordena devolverle la señal a Radio Caracas Televisión y resarcir los danos causados por la medida arbitraria de revocarle la concesión en el año 2007.
Diosdado Cabello quien como Presidente de la Asamblea Nacional debería ser respetuoso y acatar las decisiones de organismos internacionales, con su cinismo característico manifestó que no le devolverían la señal jamás a RCTV y que esa decisión obedece a intereses de organismos que están defendiendo a la derecha a nivel internacional.
Venezuela nunca acata las decisiones de los organismos internacionales, siempre ha hecho caso omiso a los fallos y veredictos emitidos. Aun siendo parte del Consejo de Derechos Humanos de la Organización de Naciones Unidas (ONU) jamás ha acatado las decisiones y medidas en beneficio de los presos políticos como Leopoldo López, Daniel Ceballos y la Juez María Lourdes Afiuni, lo que demuestra la violación constante y flagrante al fuero internacional y al imperio de la ley.
La ausencia del estado de derecho en Venezuela, la violación constante de los derechos humanos a nacionales y extranjeros, la falta de cumplimento de las leyes y normas internacionales, la protección y cobijo a grupos terroristas en su territorio y el auspicio del narcotráfico como política de estado, son los hechos que demuestran que el régimen que impera en Venezuela está al margen del fuero internacional y ha convertido al país en un estado fallido que amenaza la estabilidad de la región.
Es imperante que los países de la comunidad internacional ejerzan los mecanismos y las presiones pertinentes para impedir el avance del cáncer en que se ha convertido la revolución socialista del siglo 21 que ya dejo de ser una amenaza que solo afecta a sus nacionales para convertirse en una amenaza a nivel internacional.