El Gobierno francés suspendió a su cónsul honoraria en la ciudad turística turca de Bodrum, en la costa, después de que fue captada en cámara admitiendo que la tienda que administra vende botes inflables usados por inmigrantes. Reuters
El canal de televisión France 2 emitió el viernes imágenes de una cámara oculta en las que la mujer, con el rostro desenfocado, reconocía que vender los botes era equivalente a ayudar a incentivar el tráfico humano.
“(El ministro de Relaciones Exteriores) Laurent Fabius ha ordenado que la cónsul honoraria de Bodrum sea suspendida por la seriedad de las actividades que le fueron atribuidas”, escribió el portavoz del ministerio, Romain Nadal, en Twitter.
Los cónsules honorarios de Francia tienen permitido tener un empleo remunerado además de representar al país en ciudades secundarias como voluntarios, según el ministerio.
“Si dejamos de vender (los botes), entonces la tienda de al lado lo hará, o la de atrás. No cambiará nada”, dijo la mujer en la grabación, agregando que las autoridades locales y el capitán del puerto estaban ayudando al tráfico humano al permitir que ocurra. “Estamos haciendo algo malo”.
Cientos de inmigrantes y refugiados, muchos escapando de la guerra en Siria, realizan el corto cruce todos los días desde Turquía para llegar a territorio de la Unión Europea en las islas orientales de Grecia, incluyendo a Kos y a Lesbos.
La Organización Internacional para la Migración informó el viernes que unas 309.356 personas llegaron por mar a Grecia en lo que va del año.
El presidente de Francia, François Hollande, dijo el lunes que su país está preparado para recibir 24.000 refugiados adicionales en los próximos dos años, como parte de un plan más amplio de la Unión Europea para aceptar a los que buscan asilo.