Llegan más refugiados antes de que Hungría cierre su frontera (Fotos)

Llegan más refugiados antes de que Hungría cierre su frontera (Fotos)

 REUTERS/Laszlo Balogh
REUTERS/Laszlo Balogh

El flujo de refugiados que tratan de llegar a la Europa rica a través de la ruta de los Balcanes se ha acelerado en los últimos días, debido a la urgencia de entrar y salir de Hungría antes de que este país endurezca las barreras físicas y legales para cruzar su territorio camino de Alemania.

 

Unas 14.000 personas ingresaron entre el jueves y el viernes por la frontera este de Austria procedentes de Hungría y se espera que otras 3.000 lo hagan hoy.

Mientras, en Hungría entraron ayer más de 3.000 personas provenientes de Serbia.

Las autoridades de este último país calculan que en los próximos días lo harán otras 23.000.

La Agencia de Naciones Unidas para los Refugiados (ACNUR) estima que unas 40.000 personas que huyen de zonas en conflicto en Oriente Medio y Asia se encuentran de camino en la ruta de los Balcanes, que pasa por Turquía, Grecia, Macedonia, Serbia y Hungría, rumbo a Austria y al destino final de la mayoría de refugiados, Alemania.

Hungría tiene previsto aprobar el próximo día 15 una nueva legislación que establece penas de entre uno y cinco años de prisión para quien cruce ilegalmente su frontera.

Además, sigue acelerando la construcción de una segunda valla que refuerce la alambrada ya existente a lo largo de 175 kilómetros de frontera con Serbia.

A la espera de comprobar la efectividad de ese muro y la dureza con la que Hungría aplica su nueva ley, las autoridades policiales austríacas especulan con que a partir del día 15 el flujo de refugiados tome otra ruta para evitar territorio magiar: desde Serbia a Croacia y luego a Eslovenia, para entrar en Austria por el sur.

Cuarenta y tres ciudadanos de Irak y Siria entraron hoy en Austria por esta zona, pocos aún en comparación con los miles que lo hacen cada día desde Hungría.

Mientras la llegada de refugiados de países en conflicto no ceja, Austria y Hungría agriaron hoy aún más sus relaciones, debido a sus posturas contrarias sobre cómo afrontar este éxodo.

El canciller de Austria, el socialdemócrata Werner Faymann, dijo que la política del primer ministro húngaro, el conservador Viktor Orbán, le recuerda a las “épocas más oscuras”, en referencia al nazismo.

En una entrevista al semanario alemán “Der Spiegel”, Faymann criticó que el Gobierno húngaro haya embarcado a refugiados en trenes informándoles de que su destino era Austria para llevarlos luego a campos de internamiento.

Faymann llegó a plantear que la Unión Europea (UE) sancione a los países que sean insolidarios y no acepten el sistema de cuotas para acoger a los refugiados que plantea la Comisión Europea.

Hungría, junto a otros países del este como Polonia, rechazan un sistema obligatorio de acogida de refugiados.

Las palabras de Faymann motivaron que el Ministerio de Exteriores húngaro pidiera explicaciones y una disculpa al embajador austríaco en Budapest.

Por su parte, Orbán insistió en su postura de cerrar las fronteras y pedir a los exiliados que vuelvan por donde han venido y acusó a los líderes europeos de “no tener ni idea del peligro real” que supone la llegada masiva de solicitantes de asilo.

“Si dejamos entrar a todos, Europa se va a pique”, subrayó en una entrevista que publica hoy en diario alemán “Bild”.

“No vienen a Europa porque busquen seguridad, sino porque quieren una vida mejor que en los campos (de refugiados). Quieren una vida alemana, quizá suiza”, denunció Orbán, para señalar que “no existe un derecho fundamental a una vida mejor”.

El dirigente húngaro propone un paquete de ayuda de 3.000 millones para respaldar a los países fronterizos con Siria -Turquía, Líbano y Jordania- que acogen ya a millones de refugiados.

Hungría procede al registro y la identificación de los refugiados que entran en su territorio, cumpliendo la normativa comunitaria, pero ha sido acusada por gobiernos y ONG de maltratar a los implicados en el proceso, impidiendo su paso e internándolos en campos de acogida.

Los gobiernos de Viena y Berlín, por contra, han decidido abrir sus fronteras y facilitar sin ningún tipo de controles la llegada y el tránsito de los refugiados que, mayoritariamente, quieren viajar hacia Alemania. EFE

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