Asfixiado por la aguda crisis de liquidez, el régimen de Nicolás Maduro ya entró en default con el sector privado y los mercados señalan como una posibilidad que declare una moratoria sobre la deuda soberana el año que viene si no mejoran los precios del petróleo, publica El Nuevo Herald.
Pero Maduro haría lo imposible por cumplir con las obligaciones de la estatal Petróleos de Venezuela (PDVSA), incluso si eso significa rematar lo que queda de las reservas internacionales y condenar a millones de venezolanos a pasar hambre.
Analistas consultados dijeron que un eventual incumplimiento de los bonos de PDVSA propinaría un golpe devastador a la atribulada economía venezolana, al poner en riesgo no solamente los activos que la empresa estatal aún tiene en el exterior sino también su capacidad de exportar crudo, producto que genera el 95 por ciento de los dólares que ingresan al país.
“Sería el fin. En el momento en que haya una moratoria de deuda de PDVSA, se cae absolutamente todo, incluyendo el propio gobierno”, dijo desde Londres Diego Moya-Ocampos, analista senior para América Latina de IHS Global Insight.
Otros expertos coincidieron en que una moratoria de deuda de PDVSA podría llegar a tener consecuencias mucho más severas que las que en el pasado tuvieron las moratorias de Argentina y Ecuador, dadas la inmensa dependencia de la economía venezolana de su industria petrolera y la posibilidad de que los esfuerzos de los tenedores de deuda de congelar los activos de la compañía en el exterior terminen paralizando sus exportaciones de crudo.