Someterse a un tratamiento de quimioterapia supone diversos cambios en el organismo, los cuales se deben tratar de compensar manteniendo un estricto control sanitario que requiere los mejores cuidados y atención para el paciente, con el fin de evitar el riesgo de infecciones o de complicaciones durante los ciclos de administración de la terapia.
Los medicamentos quimioterápicos tienen efectos secundarios, la mayoría de las veces tolerables, y están asociados a la disminución de los contajes sanguíneos de glóbulos blancos y de plaquetas. Al someterse a este tipo de terapias, se debilita el sistema inmunológico del paciente y puede presentar anemia.
De acuerdo con la hematóloga, Ada Hernández, los tratamientos de quimioterapia generalmente deben acompañarse de la utilización de medicamentos antieméticos, para evitar nauseas y vómitos, además, algunas veces es recomendable usar protectores gástricos y protectores de la mucosa, como la glutamina.
“Adicionalmente los médicos hematólogos y oncólogos recomendarán cualquier otro chequeo médico que sea necesario, según sea el caso, debido a que la manipulación e intervenciones terapéuticas pueden generar eventos infecciosos o de sangrado, porque la quimioterapia en muchos casos induce la disminución del contaje de glóbulos blancos y plaquetas”, acotó la especialista.
Algunas recomendaciones generales que sugiere la doctora para los pacientes que se vayan a someter a este tipo de tratamiento son:
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Estar bien alimentado para al momento en que vaya a recibir el ciclo de quimioterapia.
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Llevar consigo agua y alguna merienda simple como una fruta o galletas, ya que las sesiones suelen durar varias horas, así como un buen abrigo porque generalmente las salas de quimioterapia tienen un ambiente muy frío.
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Usar tapabocas y lavarse las manos continuamente con agua y jabón, tanto por parte del paciente como por parte de las personas que lo acompañan, para evitar el riesgo de infecciones.
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Evitar el contacto con personas que presenten enfermedades virales o bacterianas.
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Usar cremas humectantes a diario, ya que la piel se vuelve reseca por los fármacos que está recibiendo.
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Llevar una alimentación sana y balanceada para compensar la baja de nutrientes y minerales.
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Siempre es beneficioso la compañía de un familiar o ser querido, ya que puede servir de soporte para solventar cualquier eventualidad.