El pasado 19 de agosto, el presidente Nicolás Maduro anunció el cierre por 72 horas de la frontera con Colombia en el estado Táchira, luego de que tres funcionarios del Ejército venezolano y un civil resultaron heridos por un ataque de presuntos paramilitares colombianos en San Antonio, publica El Nacional.
A la medida anunciada por el Ejecutivo le siguió la declaración del estado de excepción en la región, que hoy día se mantiene no solo en 10 municipios del estado Táchira sino que se ha extendido a 10 municipalidades en Zulia y otras tres en Apure.
La decisión del gobierno nacional ha sido catalogada de “necesaria” para poner fin al paramilitarismo, el contrabando y el desabastecimiento que existe en la zona y en parte del país.
En consecuencia más de 20.000 ciudadanos colombianos han huido del territorio venezolano por temor a la expulsión y 1.482 han sido deportados, según la Organización para las Naciones Unidas (ONU).
Este sábado 19 de septiembre se cumple un mes de la medida que mantiene cerrado el paso en la frontera Ureña-Cúcuta y la tensión entre ambos países. A casi 30 días del cierre, pocos han sido los resultados positivos que se han obtenido para el pueblo venezolano.
Dinero que todos pierden
Más de 400.000 dólares en pérdidas diarias calculó a días de las órdenes del cierre y del estado de excepción el gobernador del departamento colombiano del Norte de Santander, Edgar Díaz. Para la fecha, casi tres millones de dólares son las pérdidas que Fedecámaras Táchira calcula desde el 19 de agosto.
El presidente de esa federación regional, Daniel Aguilar, explicó que ha disminuido el tráfico de gasolina a Colombia porque no hay tantos vehículos cruzando la frontera.
Sobre el mismo tema, el jefe de Gobierno del Distrito Capital, Juan Carlos Dugarte, aseguró que un total de 20 millones de bolívares al mes se ahorra Venezuela al evitar la fuga de 1.300.000 litros diarios de gasolina.
Sin embargo, para el presidente de Datanálisis, Luis Vicente León, lo que se logra con prohibir el tránsito por la frontera es “encarecer el contrabando” porque aunque los contrabandistas pueden parar por un momento, estos buscarán alternativas para traficar los productos. “Si una gandola de gasolina cuesta 7 dólares en San Antonio del Táchira y 25.000 dólares en Cúcuta, tú puedes cerrar lo que te dé la gana pero esa gasolina va a pasar”, sentenció.