Venezuela tiene 100% de oportunidad de ganar el Esequibo, según experto

Venezuela tiene 100% de oportunidad de ganar el Esequibo, según experto

Foto: AVN
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El Esequibo pertenece a Venezuela y tiene 100% de oportunidad de recuperarlo. Tajante, así lo expresó el experto Jorge Luis Fuguett, quien forma parte de la organización Mapa de Venezuela incluye nuestro Esequibo, que investiga y difunde desde hace seis años lo relacionado a la disputa territorial con Guyana, reseñó Panorama.

Por Daniela Bracho

Sobre las negociaciones que se llevan a cabo entre ambas naciones, Fuguett saludó las acciones emprendidas por el Gobierno venezolano aunque al mismo tiempo las calificó de tardías, “pasaron más de 11 años para reactivar el proceso. Lo que han hecho en un par de meses, es un trabajo que hay que hacerlo paulatinamente y siguiendo lineamientos diplomáticos. No lo están haciendo mal pero se están enfocando exclusivamente por la presencia de la trasnacional Exxon y no es así, ahí hay decenas de trasnacionales de muchos países que están metidas allá, y por ende debería tratarse como un asunto con Guyana y no nombrar tanto que si Exxon por allá o acá”.





Venezuela y Guyana, excolonia británica, tienen una disputa limítrofe por el Esequibo, un territorio de unos 159.500 kilómetros cuadrados que los venezolanos reclaman como suyo desde 1897. La región es rica en oro, bauxita, diamantes, maderas y petróleo.

La controversia “revivió” en mayo de 2015 cuando el Gobierno venezolano envió a la Exxon Mobil una comunicación donde le exige a la transnacional detener exploraciones en aguas del Esequibo por ser territorio en disputa. Ese mes, Exxon dio a conocer que encontró petróleo en el bloque Stabroek, parte del cual se encuentra frente al Delta del Orinoco. “Venezuela debió actuar directamente con Guyana y enviar una nota de protesta, porque éstas se pueden guardar y tener listas para usarlas en cualquier corte internacional, en cualquier arbitraje ya sea por la ONU, porque son documentos con base legal”.

En julio, el presidente de la República, Nicolás Maduro solicitó a la ONU la designación de la figura del buen oficiante para avanzar en el arreglo de la controversia limítrofe con Guyana, “ese es el mecanismo que debemos mantener actualmente mientras Venezuela va desarrollando una buena defensa tomando todo lo que son nuestros documentos históricos desde mucho antes del Laudo Arbitral de París, te hablo del tratado de Washington, mucho antes de ello (…) Considero que Venezuela debe presionar para que Ban Ki-moon nombre un nuevo buen oficiante, que no debe ser del Caribe angloparlante ni haber estudiando en universidades británicas, es un error que hemos cometido con los cuatro últimos que hemos tenido y eso no nos favorece para nada”.

La figura del buen oficiante que sea designada debe ser “completamente neutral, alguien que no tenga que ver con este entorno y lo que es el Caribe”.

A pesar de los esfuerzos con la ONU, Guyana considera la posibilidad de acudir a la Corte Penal Internacional y que la disputa sea dirimida por esta instancia, “porque cree que los métodos de los buenos oficios ralentizan los procesos”, soltó Fuguett, afirmando que éste método es el más indicado en este caso.

Las negociaciones deben mantenerse de manera bilateral sin intervención de terceras figuras, “Guyana busca internacionalizar el asunto para mantener el apoyo del Caricom y tomar el papel de “David y Goliat”, siempre quieren ser la víctima, hacerse llamar como el país pobre, pequeño y Venezuela siempre es el país expansionista que está buscando las garras tomarse eso y no es así”. David Granger, presidente de Guyana, declaró en julio desde Washington que su país “enfrenta un desafío de sobrevivencia por parte de un Estado más grande”.

Fuguett, administrador de profesión, reiteró que Venezuela tiene que hacer una campaña de recuperación del Esequibo, “expresando que el país quiere recuperar un séptimo de su territorio ilegalmente usurpado en 1899 y tiene que reafirmarse que es un asunto bilateral, Venezuela y Guyana bajo la lupa de la ONU, no debe meterse ni siquiera Unasur”.

El 3 de octubre de 1899, el Tribunal de Arbitramiento en París falló a favor de Reino Unido, en cuanto a la determinación de la línea divisoria entre los Estados Unidos de Venezuela y la colonia de la Guayana Británica. En el libro Esequibo, la historia de una reclamación, el coronel Pompeyo Torrealba, especialista en temas fronterizos, explicó que “el 27 de septiembre de 1899 los árbitros sesionaron en Cámara y a pesar de que el Tratado de Washington contemplaba que podrían hacerlo durante tres meses, antes de dictar sentencia, en tan solo seis días, el 3 de octubre, dictaron sentencia sobre un asunto tan delicado (…) Adjudicándole a Inglaterra una superficie de 60 mil millas cuadradas de tierras auríferas y madereras, dejándole a Venezuela las tierras anegadizas y palúdicas”.

“En nuestro país se tenía consciencia desde un comienzo de lo amañado de la decisión del Tribunal Arbitral y en concreto de la presión que ejerció el juez ruso De Martens sobre los árbitros norteamericanos que nos representaban, los cuales fueron amenazados de aceptarle a los ingleses sus máximas aspiraciones y entregarles las bocas del Orinoco, si no aceptaban la línea que él les proponía. Tan solo buscó una decisión que pareciera unánime de todo el tribunal para mantener su prestigio de gran árbitro ante propios y extraños”, explica Torrealba en su publicación.

Con esta postura coincidió Fuguett, afirmando que “ese Laudo fue nulo, no hubo ningún juez imparcial, además Venezuela no tuvo participación” y agrega además que Guyana “se basa en que se finiquitó el Laudo de París y Venezuela firmó (…) pero con el memorándum de Severo Mallet-Prevost que entregó en 1941, ahí es donde Venezuela comenzó el reclamo”.

En ese memorándum, Mallet-Prevost abogado que representó a Venezuela en el Tribunal en 1899, plasmó todo lo ocurrido con el Laudo Arbitral de París, “se supo la verdad de lo arbitrario de la componenda del 3 de octubre de 1899 que causó la decisión contra Venezuela”, señala Pompeyo Torrealba.

Pero no fue hasta el 12 de noviembre de 1962 que se logró captar la atención del mundo sobre esta disputa, con la intervención en la ONU del entonces canciller venezolano Marcos Falcón Briceño, en la que denunció los resultados del Laudo Arbitral de París basándose en el memorándum de Mallet-Prevost, dando paso el año siguiente a una reunión entre Gran Bretaña, Venezuela y el gobierno de Guayana Británica, para examinar la documentación referente a la polémica fronteriza.

Tres años después, en 1966, “se firma el Acuerdo de Ginebra, por el canciller Guillermo Iribarren Borges durante el gobierno de Raúl Leoni e incluye a los gobiernos de Venezuela, del Reino Unido y de la colonia Guayana Inglesa. En él afirma la existencia de una controversia y establece los procedimientos para encontrar soluciones por medios pacíficos. El artículo 1 obliga a negociar una solución satisfactoria para el arreglo práctico de la controversia”.

Jorge Luis Fuguett señaló que Guyana ha estado violando el Acuerdo de Ginebra “desde su misma firma, porque ellos han estado otorgando concesiones a diferentes trasnacionales en una zona que está en reclamación, que está en litigio y el acuerdo lo dice tácitamente, no puede haber acciones unilaterales, tienen que ser bilaterales y Venezuela siempre ha estado en contra del otorgamiento de concesiones y por ende, actualmente Guyana estaría violándolo porque ellos simplemente mientras siguen dando sus concesiones, ellos también están buscando salidas de otro término, quieren que se metan organismos y el acuerdo lo dice claro, está manejado por la ONU y no se puede crear un reclamo dentro de otro reclamo y Guyana lo está buscando”.

El coronel Pompeyo Torrealba reiteró en junio que “lo legal para Guyana es el río Esequibo hacia el este (…) Por tanto el territorio Esequibo es territorio venezolano”.

Considera que uno de los errores “es que a lo largo de los años no se le dio información al pueblo sobre el Esequibo (…) Son generaciones de venezolanos que ignoraban el tema del Esequibo”.

“Necesitamos que el Ministerio de Información y todos los ministerios ayuden a difundir el mapa de Venezuela con nuestro territorio Esequibo. En un billete de Guyana que es de 20 mil millas cuadradas le colocan anexo el territorio Esequibo (…) Necesitamos enseñarles a ellos que el territorio que le corresponde a Guyana es única y exclusivamente aquel territorio que Inglaterra le compró a Holanda, que fueron 20 mil millas cuadradas, equivalentes a 37 mil kilómetros cuadrados al este del río Esequibo, porque al oeste del río Esequibo ellos no tenían ni medio metro legal, lo invadieron, lo usurparon, lo ocuparon ilegalmente Inglaterra”.

David Granger, presidente de Guyana, condenó “en los términos más enérgicos” los reclamos territoriales de Venezuela, que, sentenció como una “carga insoportable para su país”. Añadió que Venezuela “consciente, de su riqueza y fuerza militar y naval, y sin pensar en la difícil situación de los pobres de una de las áreas más pequeñas y menos pobladas del mundo, ha recurrido de nuevo a la intimidación y la amenaza del uso de la fuerza”.

En este sentido, la canciller venezolana Delcy Rodríguez recalcó que la postura del presidente guyanés “solamente responde a los intereses de grandes transnacionales, en este caso Exxon Mobil, y no a los intereses del pueblo guyanés”. Esta empresa “siempre ha buscado la mayor reserva petrolera del planeta”.

A inicios de septiembre, el presidente de la República, Nicolás Maduro, ratificó por su parte la disposición de restablecer las relaciones diplomáticas con Guyana, por lo que dio el beneplático a la nueva embajadora de Guyana. En julio, había llamado a consultas a su embajadora en Guyana, Reina Arratia, tras denunciar un plan para crear un conflicto con los países del Caribe a raíz del diferendo limítrofe.

La centenaria disputa territorial tocó un nuevo frente en septiembre cuando Guyana anunció que solicitaría al gigante de Internet, Google, modificar los nombres asignados en español en su sistema de mapas a algunas vías que están en área fronteriza con Venezuela, que ambos países reclaman como suya.

Venezuela tiene todo el soporte histórico y documental para ganar el litigio sobre el Esequibo, siguiendo los pasos diplomáticos y la mediación de la ONU, afirmó Fuguett, “si Venezuela hace un buen papel y pone a un lado la parte ideológica y se enfoca en que es un asunto de Estado, tenemos el 100% de oportunidad de ganar el Esequibo”.