Cada año, después de meses de lluvias monzónicas, millones de devotos hindúes de todo el occidente de India celebran alegremente el nacimiento de Ganesha, el dios con cabeza de elefante. AP
Compran ídolos muy elaborados, hechos de yeso o de arcilla, y los llevan a sus casas para adorarlos. Después de unos días —cada familia tiene su propia tradición— las figuras son llevadas a algún cuerpo grande de agua para una inmersión ceremonial.
La inmersión de los ídolos marca el fin de 10 días del festival a Ganesha, que celebra el nacimiento del dios hindú. El ritual es hermoso, pero deja ríos, lagos e incluso el mar contaminados con una mezcla de pinturas y materiales tóxicos.
En los últimos años, personas como Anand Pendharkar, quien fabrica figuras de Ganesha, han estado experimentando con creaciones menos perjudiciales para el medio ambiente.
Pendharkar ya ha experimentado con pinturas comestibles y materiales biodegradables, pero este año fue más allá. Sus ídolos de Ganesha contienen ahora alimentos para los peces, hechos de maíz, espinaca y harina que se puede consumir después de que se haya disuelto la capa exterior de arcilla.
Los dueños de tiendas en Mumbai, la capital del estado occidental de Maharashtra, dicen que la demanda de ídolos ecológicos de Ganesha aumentó este año.
“Muchos clientes que vienen al mercado piden solo artículos ecológicos”, dijo la vendedora de ídolos Maya Shinde, antes de agregar que está bajando la venta de ídolos regulares.
Sin embargo, se trata de un cambio lento. A pesar de gente como Pendharkar, la mayoría Ganeshas de este año no fueron ecológicos.