Dormir en un avión es algo que resulta, en la mayoría de los casos, algo realmente incómodo en clase turista. Buscar postura, estirar las piernas o recostar la cabeza es uno de los hándicap de las compañías aéreas que Airbus quiere solucionar con la presentación de una patente en la que incorpora compartimientos individuales que permite al turista viajar tumbado.
Estos «boxes» (similares a las cápsulas de los hoteles-nicho japoneses), que de aprobarse serían montados en el extremo de cola de la aeronave, tendrían televisores personales, almohadas, luz de lectura y cámaras para monitorizar al pasajero durante el vuelo.
La compañía asegura que estos viajeros también dispondrían decinturones de seguridad para el despegue y el aterrizaje y que se montarían en los aviones A350 y A380 en vuelos de larga distancia.