El video que dos jóvenes británicos filmaron cuando conducían drogados a gran velocidad, y que acaba con su muerte, fue visto más de 8 millones de veces después de que las familias permitieran su difusión pública. AFP
El conductor del auto, Kyle Careford, de 20 años, que no tenía permiso de conducir, y su amigo Michael Owen, 21, padre de una niña de 5 años, murieron instantáneamente la madrugada del 12 de abril. Viajaban a 144 km/h por una pequeña carretera -cuyo límite era de 50 km/h- y su auto se estrelló contra el muro de una iglesia.
La filmación puede verse en el canal en YouTube de la policía de Sussex, el condado del sur donde se produjo el accidente.
En el video se les puede ver y oír bromear, reír y cantar, hasta que Owen dice: “vamos a 90 millas por hora, reduce la velocidad”. Luego llega la colisión, el teléfono sigue filmando y unos segundos después se oye una voz de fuera del auto: “¿podéis oírme?”.
“Si esto sirve para que una persona no cometa el mismo error, entonces mostrar el video habrá servido para algo bueno”, dijo a la prensa la madre de Owen, Kat.
“Un poco de diversión”, agregó, “puede tener consecuencias devastadoras”.
Un portavoz de la policía de Sussex dijo que la autopsia mostró que los dos amigos “habían tomado un cóctel de medicamentos y drogas que provocó una alta toxicidad y afectó a la capacidad de Kyle de controlar el auto”.