Un niño de seis años murió el sábado en Chicago después de que su hermano de tres años le disparara cuando jugaban al policía y el ladrón, según informó la policía. AFP
El padre de los dos niños, Michael Santiago, fue arrestado y acusado de negligencia por la muerte del pequeño.
Santiago guardaba la pistola cargada en la nevera de la cocina, de forma que era accesible para los pequeños, explicó la policía de Chicago (Illinois, norte de Estados Unidos).
Los accidentes con armas de fuego que involucran a niños son habituales en Estados Unidos debido a la proliferación de armas en todo el país.
Un tercio de los niños estadounidenses viven en hogares con al menos un arma y dos millones de ellos viven cerca de un arma sin seguridad, de acuerdo con la organización Everytown for Gun Safety.
Hace una semana en Carolina del Sur (sureste), una niña de dos años le disparó a su abuela mientras ésta conducía un auto. La pequeña, que iba sentada en el asiento de atrás, agarró el revolver Magnum 357 que se encontraba en el bolsillo del asiento trasero del conductor.
Y a principios de octubre en Tennessee (sur), una niña de ocho años murió por disparos de su vecino de 11 años. Los dos pequeños estaban discutiendo por un cachorro.