Pedro Vicente Castro Guillen: El futuro como excusa

Pedro Vicente Castro Guillen: El futuro como excusa

 

Este régimen durante los últimos tres lustro lo que ha hecho es hacer promesas sobre las cosas extraordinarias que en el futuro disfrutará el pueblo venezolano. Pero la realidad es otra, hemos estado sometidos a una destrucción inmisericorde que nos ha traído a un presente plagado de miserias.

Esto ha sido así como resultado del reemplazo del modelo democrático republicano por uno comunista, por lo que hoy representa el colectivo más atrasado de la política en Venezuela y en el mundo, eso que llaman la ultraizquierda. Que compró la tecnología de poder de los hermanos Castro, con la intención de permanecer eternamente en el poder.

El comunismo es un régimen político que cree estar en conocimiento de las leyes de la historia y por lo tanto se piensan habilitados para aplicar una ingeniería social que acabe con el mundo conocido y haga renacer uno nuevo. Por supuesto, lo de conocer las leyes de la historia es parte de la ideología marxista transmitida directamente por su creador; pero lamentablemente lo de una ingeniería social capaz de regenerar a las naciones por un elegido es una tenebrosa realidad que ha cobrado en el mundo a lo largo del siglo XX millones de vidas humanas y arruinado países enteros.

Es por eso, que no es casualidad que el chavismo delire en sus discursos con objetivos altisonantes como la salvación de la humanidad o del planeta. Esto tiene un doble propósito; uno, de apartar la mirada de sus fracasos estruendosos en las cosas más elementales que son de la responsabilidad de cualquier gobierno: proteger la vida de sus ciudadanos, garantizar la seguridad alimentaria, la estabilidad económica. Nadie ocupado en la salvación de la humanidad y el cosmos puede ser juzgado por asuntos tan baladíes como llevar comida a la mesa de sus ciudadanos. Dos, proporcionar la excusa ideológica para justificar ser la alternativa del futuro y estar autorizados históricamente para gobernar por siempre.

No obstante, el oficialismo enfrenta hoy la doble oposición representada en primer lugar; por la destrucción del aparato productivo público y privado, incluida la destrucción de la gallina de los huevos de oro PDVSA, el país con la inflación más alta del mundo, desarticulado el sistema cambiario, ausencia de un sistema de seguridad ciudadana; ha terminado por descalabrar las posibilidades materiales del oficialismo de permanecer en el poder. Y dos, y lo más importante es la tenaz resistencia de la ciudadanía (de chavistas y opositores) a un proyecto autoritario que ya en el 2007 con la derrota de la reforma constitucional manifestó abiertamente su rechazo a las intenciones totalitarias del régimen.

Las elecciones parlamentarias del 6D, serán otra oportunidad de manifestar la voluntad mayoritaria de los venezolanos de salir de este régimen ominoso y que el futuro deje de ser una excusa y se convierta en una esperanza de desarrollo social y económico en democracia.

Pedro Vicente Castro Guillen        @pedrovcastrog

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