Las 34.942 viviendas que el gobierno había entregado en 2014 dejaron un déficit de estacionamientos, educación y áreas verdes, equivalentes a 2 veces el Parque del Este, dijo ayer Zulma Bolívar, presidente del Instituto Metropolitano de Urbanismo, en el foro sobre el problema nacional de vivienda, desarrollo urbano y movilidad, organizado por el Colegio de Ingenieros. Así lo reseña el-nacional.com / MARÍA EMILIA JORGE M.
“Aparte de tener una arquitectura que deja mucho que desear, las edificaciones de la Gran Misión Vivienda Venezuela se impusieron en cualquier sitio, aunque su entorno no estaba preparado ni en términos de infraestructura ni de equipamiento”, explicó la urbanista.
Solo 40% de los 74 desarrollos de la misión construidos en 2013 construyó el equipamiento necesario; 5% construyó nuevas vías, y 10% contó con estacionamientos, según un estudio realizado en la Alcaldía Metropolitana de Caracas. “Calculando 250 litros de agua por habitante por día, luego de la adición de estos edificios, se necesitan 34.000.000 de litros diarios más de los que ya se recibían, 94 hectáreas de área verde, 17.410 puestos de estacionamiento, 10,2 hectáreas de preescolares nuevos, así como 31 hectáreas para educación básica y 3,1 hectáreas para educación diversificada”, enumeró Bolívar.
El arquitecto Marco Negrón calificó a la Misión Vivienda de “oferta electoral engañosa” y lamentó que siendo uno de los programas con más inversión en el país –en 2012 tuvo más presupuesto que Guatemala– sea el más opaco en cuanto a información. “El foco original eran los damnificados de 2010 y 2011, 131.000 personas aproximadamente. Ese foco se perdió cuando se pretendió ampliar a toda la clase media y se quiso abarcar a 3 millones de personas aproximadamente”.
Criticó el “aprovechamiento” de cualquier espacio vacío para insertar nuevas viviendas. “Se olvidaron de que los barrios informales eran los principales problemas de la ciudades”. Y advirtió de la peligrosidad que representan los posibles vicios ocultos en las construcciones de Misión Vivienda a los que los expertos no tienen acceso: incumplimiento de normas antisísmicas, sanitarias y de prevención de incendios.
Negrón sugirió a los gremios profesionales que exijan la reformulación de los proyectos de la misión y que se coordinen con las alcaldías, la recuperación del Programa de Habilitación de Barrios de la Comisión Nacional de Vivienda, y la programación de áreas de recepción para evitar la reproducción de los urbanismos informales.
Servicios insuficientes. El ingeniero Norberto Bausson, ex vicepresidente de Operación y Mantenimiento de Hidrocapital, advirtió que la informalidad en las construcciones afecta directamente la calidad del agua que se consume en Caracas. “Si 50% de la población se desarrolla informalmente, las aguas servidas van directamente a los ríos, no son desechadas apropiadamente”. Bausson explicó las plantas procesadoras de agua en Venezuela no fueron fabricadas para potabilizar aguas negras, por lo que la contaminación de los cuerpos de agua entorpece el tratamiento de la materia prima.
“Ninguna ciudad puede sostenerse si la mitad de sus habitantes no paga los servicios que consumen”. La falta de mantenimiento y la poca o nula concienciación de los ciudadanos para el cuidado del agua también incide en la depauperación del servicio: “45% del agua explotada se pierde en algún punto del sistema. De esa cantidad, 60% se pierde en los baños de las casas. En Venezuela se pierden 40 millones de bolívares al año por un servicio de agua deficiente”, indicó el ingeniero.
Al no haberse construido ninguna infraestructura hidráulica nueva en los últimos 17 años –la última fue el embalse de Taguaza, entregado en 1998–, Bausson opina que una solución para aliviar la demanda insatisfecha de agua en la capital debería partir por rehabilitar los sistemas existentes y estructurar los nuevos sistemas, pensando en darle prioridad a los sectores más necesitados.
La salud a la intemperie
Gustavo Villasmil, secretario de Salud de la Gobernación de Miranda, citó datos del Ministerio de Salud correspondientes a 2011, en los que se contaban 395.007 integrantes de la nómina de hospitales públicos del país, de los cuales 35,5% eran profesionales universitarios, 30,7% personal administrativo y 33,6% obreros. “Es como si tuvieras una orquesta, con 5 secretarias y ningún músico. Es complicado hacer música así. Mi cálculo es que de Venezuela se deben haber ido 20.000 médicos en la última década”.
Villasmil encontró que 75% de los hospitales nacionales tiene problemas con los sistemas de ascensores, ninguno tiene sistemas de apoyo eléctrico para emergencias ni sistemas de alarma de enfermería.
Según el secretario de Salud, hay prestaciones médicas “virtualmente caídas” en los hospitales públicos venezolanos: la cirugía cardiovascular, cardiología invasiva, imageonología, oncología y radioterapia, cuidados intensivos, neurocirugía y transplantes. “No intente ir un 1º de enero a un hospital a hacerse una radiografía porque es imposible”. Aseguró que hacen falta 1.000 camas para cuidados intensivos.
“Tenemos el desafío de la calidad. No hay ningún hospital venezolano en el ranking latinoamericano. Eso tiene que decirnos algo”.
Al igual que Bausson, Villasmil cree que es necesario comenzar por rehabilitar las infraestructuras existentes. “Hospitales como Los Magallanes de Catia o el Vargas no se van a caer, son estructuras sólidas, pero es necesario darles condiciones apropiadas para la atención de los pacientes”. Para el funcionario, la prestación del servicio conlleva intrínsecamente una promesa que en los últimos años no ha sido cumplida por el gobierno.
CIFRAS
*69,5% de las viviendas construidas en Caracas las hace el sector informal. Solo 30% es construido por el sector formal
*5% de los 74 desarrollos de Misión Vivienda para 2013 construyeron nuevas vías de transporte