El pequeño Eli Thompson llegó a este mundo el 4 de marzo del 2015. El embarazo de Brandi transcurría sin problemas, y su pequeño se veía normal en las ecografías, sin ningún indicio de posible anomalía.
Sin embargo, durante el parto algo terrible sucedió: los médicos no pudieron contener la emoción, al ver que algo andaba mal con el bebé. El pequeño Eli había nacido sin nariz.
Desgraciadamente, la traqueotomía no es la única operación a la que tendrá que someterse este pobre bebé. La arrinia congénita completa no solo se caracteriza por la ausencia de la nariz, sino además por la ausencia del aparato olfativo.
Superar las consecuencias de esta enfermedad, representa todo un reto para la cirugía moderna. Según los médicos, el pequeño Eli necesitará someterse anualmente a varias operaciones, hasta que llegue a la adolescencia.
Los padres de Eli tuvieron la suerte de conocer a Tessa Evans, una joven irlandesa que había nacido con la misma enfermedad que su hijo. Tessa, un poco mayor que Eli, se ha sometido ya a una serie de operaciones.
Al conocer el caso de Tessa, y de cómo la han ayudado los médicos, los padres de Eli vieron que su hijo también podría tener una oportunidad. Ahora lo están preparando para una compleja operación en Londres.