El alcalde del municipio Mariño, Alfredo Díaz, una vez más consideró que el Puerto Libre está muriendo poco a poco y sin querer ser pájaro de mal agüero, advirtió que los controles de precios que viene imponiendo el Gobierno central serán la estocada final para uno de los principales atractivos que antes tuvo Margarita.
Indicó que ya al inicio de la aplicación de los controles, se pretende obligar a los comerciantes a vender la mercancía que importaron con dólar paralelo, al precio de una divisa inexistente.
Alertó que difícilmente las tiendas puedan mantenerse abiertas y no generar una ola de despidos, mientras no se les asignen las divisas para reponer los inventarios que no sustituyen desde hace más de dos años, por lo que muchos comerciantes han manifestado la posibilidad de cerrar sus puertas definitivamente y liquidar al personal.
La autoridad municipal planteó que si la excusa del Gobierno es que muchos comerciantes se han quedado con las divisas sin hacer las debidas importaciones, entonces que les retiren las licencias y los saquen de las listas de beneficiarios para que los dólares caigan en manos de quienes históricamente han venido importando bajo el régimen aduanero especial del que goza Margarita.
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