El presidente de la Asociación de Distribuidores de Automóviles de la entidad, Gabriel Briceño, informó que la industria automotriz está atravesando uno de los momentos más críticos y alertó que más de 3.500 puestos de empleo se encuentran en riesgo.
Especificó que el sector genera en la entidad 600 empleos directos y unos 3.000 indirectos, los cuales peligran al igual que el sustento de un número similar de familias, por la recesión en el sector.
Briceño indicó que las ventas ya casi al cierre del año sufren una caída de aproximadamente 95% por la prolongada falta de divisas, lo que se traduce en que en lo que va de 2015, solamente lograron colocar en el mercado insular cerca de 624 unidades entre las 13 marcas concesionarias que operan en la región.
Estimó que al cierre del año deben haber comercializado 800 unidades en toda la industria regional, lo que catalogó como la peor cifra que se pueda arrojar como resultado en toda la historia de esa industria en Venezuela.
En lo que concierne al sector autopartes, Briceño criticó la falta de seriedad y la forma como se manejan las subastas, recordando que para el mes de julio el Gobierno central realizó una subasta por medio de Sicad, donde adjudicaron 350 millones de dólares, que hasta la fecha no han liquidado, pero en cambio, los bolívares de las empresas beneficiadas fueron retenidos en sus cuentas y en su mayoría no han sido honradas las promesas de liquidaciones de divisas.
El presidente de la Adane lamentó que dicha situación genera el cierre indefinido de varias ensambladoras hasta tanto se normalice la situación y la fluidez del otorgamiento de las divisas, para poder continuar con las operaciones del sector.