En un momento en que crece la moda de las carreras extenuantes y el pedaleo sudoroso en los cubículos de los gimnasios («spinning»), una investigación de la London School of Economics sorprende al asegurar que caminar media hora cinco días a la semana adelgaza más que correr, andar en bici o acudir al gimnasio. Las personas que caminan con frecuencia bajan una talla de ropa respecto a la media y les ayuda a prevenir el colesterol, ataques al corazón, la diabetes y la tensión alta. Además, una buena caminata levanta el ánimo. Los beneficios son especialmente patentes en mujeres mayores de 50 años de bajos ingresos económicos, publica abc.es.
No sirve, eso sí, cualquier tipo de caminata. Hay que ir a paso ligero, hasta romper a sudar, «a un ritmo que permita hablar pero no cantar», explican los expertos. Desaconsejan no salir a andar hasta dos horas después de una comida copiosa. Por el contrario, si no se ha almorzado recomiendan tomarse antes una pieza de fruta, por ejemplo un plátano. También se debe beber agua si la marcha dura más de 30 minutos e ir de menos a más, para que los músculos vayan entrando en calor.
Como en todo Occidente, en el Reino Unido la obesidad va a más, con uno de cada cinco británicos catalogados ya como tales. La sanidad pública recomienda a los adultos que hagan al menos 150 minutos semanales de ejercicio moderado, o moderado-intenso. Pero el 80% de la población británica no sigue esa pauta. La London School of Economics considera que el coste para el Estado de esa pasividad es de 1.400 millones de euros al año.
«La obesidad es una epidemia y la manera más barata de atajarla es que la gente camine», resume la autora de la investigación, la doctora Grace Lordan, experta en la relación entre salud y economía. A su juicio, centrarse en fomentar la actividad física es menos controvertido para el Gobierno que otras medidas, «porque no tendrá la actuación en contra de lobbys de la industria, como ocurre con otro tipo de políticas, como las tasas contra el azúcar o las medidas frente a las dietas de comida basura». Y hasta propone un lema para la campaña: «Cada paso cuenta».
La verdad es que los británicos pasos dan más bien pocos: 4.000 al día, frente a los 9.650 de los suizos y los 7.168 de los japoneses, los más longevos del mundo. Los estadounidenses tampoco son andarines: 5.000 pasos diarios. Un paseo de 30 minutos son unos 3.000 pasos y como media se recorre 2,4 kilómetros.
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