Charliepapa llega por un “milagro” al Latin Grammy

Charliepapa llega por un “milagro” al Latin Grammy

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La banda venezolana de rock Charliepapa espera que su presencia en los Latin Grammy ayude a ampliar la legión de seguidores que ha conquistado promoviendo sus tres discos fundamentalmente en las redes sociales.

Jorge Rueda / AP





El grupo compite por los gramófonos dorados al mejor álbum de rock, por “Y/O”, y a la mejor canción de rock por “Astrómetra”.

“Fue una sorpresa ver que por las redes sociales nos comenzaron a felicitar. Una banda independiente como nosotros nunca espera algo así”, dijo Mattia Medina, vocalista y guitarrista de Charliepapa, en una entrevista reciente desde México, donde se encontraba de promoción digital.

“Celebramos vía Skype y fue una reunión donde recordamos muchas cosas, hablamos del futuro, fue algo muy bonito, algo memorable”, añadió el vocalista, cuyos compañeros Felix Hoffmann (batería) y Jonathan Bellomo (bajo y guitarra) se encontraban promoviendo el álbum en Caracas y la ciudad occidental de Mérida, respectivamente.

Charliepara es una banda independiente en el estricto sentido. Sus miembros, además de tocar, cantar y componer, dedican una parte importante de su tiempo a gestionar y mantener actualizadas sus cuentas en Twitter, Facebook e Instagram, promueven su música por doquier y organizan y financian sus giras por no contar con el apoyo de una disquera. Sus escasos recursos tampoco les ha permitido costear la labor de un agente.

“El que cosas como esta sucedan para nosotros valen mil veces más que para otros artistas porque realmente es un reconocimiento a demasiado esfuerzo, a demasiado sacrificios y realmente ni siquiera esperábamos algo así porque para nosotros era algo inverosímil, un milagro y es algo muy bonito”, insistió Medina.

Desde el 2001, cuando cuatro amigos que se conocían desde primaria formaron una banda más con la intención de tocar en fiestas que de hacer de esto su profesión, “ha sido mucho de ensayo y error, mucha dedicación, paciencia, creer y tener fe en nosotros mismos y lograr cosas que se han venido dando”, relató Medina, de 30 años. Recién en el 2011, luego de grabar en México su segundo álbum “20.000 leguas cuadriláteras” con el productor argentino Camilo Froideval, fue que “tomamos la decisión de que esto iba a ser nuestra vida”.

“Es muy difícil los viajes, es muy difícil el dinero, la logística, porque somos una banda que ni siquiera tiene manager. Hemos sido bastante artesanales y es algo que nos ha funcionado muy bien porque hemos sido nosotros mismos los que manejamos nuestra carrera. A veces cometiendo muchísimos errores, pero a veces teniendo muchísimos aciertos”, expresó. “El ser nominado con artistas al nivel de leyendas como Vicentico ya es un triunfo”.

Vicentico (cofunfador y vocalista de Los Fabulosos Cadillac) está nominado a mejor canción de rock por “Esclavo de tu amor” junto con Cachorro López, con quien compuso este tema. También figuran en la lista JotDog (“Celebración”), Fito y Fitipaldis (“Entre la espada y la pared”) y Diamante Eléctrico (“Todo va a arder”).

Por el gramófono al mejor álbum de rock se miden con Cuca (“La venganza de Cucamonga”), Diamante Eléctrico (“B”), La Gusana Ciega (“Monarca”) y NoTeVaGustar (“El tiempo otra vez avanza”).

Aunque espera poder llevarse alguno de ellos en la ceremonia del 19 de noviembre en Las Vegas, Medina dice que la postulación en sí ya es un premio: “La nominación es un gran espaldarazo, es la Academia Latina diciéndote a ti ‘van bien y sigan”’.

“No es que esto nos ponga las cosas fácil a partir de ahora”, acotó. “Es mucho trabajo lo que se viene, pero al menos se nos está reconociendo todo lo que veníamos haciendo y sin duda es una gran ventana a la internacionalización de la banda, (que) es una de las primeras cosas que teníamos en mente con este tercer disco y es una gran oportunidad que no podemos perder.

Medina cita entre sus influencias la “música que escuchábamos de rock argentino, chileno, las letras de (Luis Alberto) Spinetta y (Gustavo) Cerati por su supuesto”.

“Musicalmente tenemos una afiliación con las bandas de los 60 y 70”, dijo. “Tratamos de conseguir esos sonidos de guitarra, conseguir la voz que es muy de esa época”.

Lamentó que en la actualidad Venezuela no cuente con grandes disqueras, situación que en medio de la severa crisis económica que agobia al país está muy lejos de cambiar.

“Algunas veces uno tiene un poquito de envidia que esas bandas venezolanas que existieron en los años 80, que podían hacer y vender sus discos a través de una disquera y podían beneficiarse económicamente de eso”, manifestó el cantante.

Sin embargo, la falta de oportunidades dentro del país ha tenido su lado positivo, pues lo ha obligado a tocar puertas afuera y a aprovechar al máximo las redes sociales.

“A algunos le sorprende que algo así salga de un país como Venezuela, pero es algo que tampoco debería sorprender”, señaló Medina. “Del caos, del desastre, siempre florecen cosas bonitas” en el mundo de las artes.