El Gobierno colombiano ultima los detalles del decreto que legalizará el uso de la marihuana con fines medicinales y terapéuticos, afirmaron hoy fuentes oficiales. EFE
El texto del documento, que puede consultarse en las versiones digitales de medios, reglamenta “la tenencia y cultivo de semillas y plantas de cannabis” y busca regular los procesos de producción, fabricación, exportación, distribución, comercio, uso y tenencia de estos y sus derivados con fines estrictamente médicos y científicos.
El ministro de Justicia, Yesid Reyes, explicó hoy que el decreto pone fin a la ilegalidad general que rodea a los cultivos de cannabis y dijo que ahora quienes lo cultiven podrán pedir una licencia al Consejo Nacional de Estupefacientes (CNE) para seguir produciéndolo con fines medicinales.
Posteriormente podrán pedir “una licencia al Ministerio de Salud que les permita transformar las plantas en productos medicinales”, detalló el ministro en Caracol Radio.
El texto indica que también se podrá solicitar una licencia de exportación, lo que eventualmente abre la puerta a la futura importación, apuntó Reyes.
“Lo que se está haciendo con este decreto es legalizar y controlar esa clase de actividades. Hoy en día todas las plantaciones de marihuana son ilegales”, subrayó.
La propuesta de regularización del cannabis llegó al Senado el 11 de noviembre de 2014 de la mano del senador Juan Manuel Galán, que dijo entonces a Efe que este es un paso “que Colombia debe dar y lo puede dar con toda autoridad” por haber sufrido las consecuencias negativas de la prohibición.
Según últimos datos actualizados de la Oficina de Naciones Unidas Contra la Droga y el Delito (Unodc), la marihuana es la droga ilícita más consumida en el país, donde en los últimos cinco años su consumo se ha duplicado hasta llegar al 15,2 % de la población.
Por el momento cualquier ciudadano puede cultivar hasta veinte plantas de marihuana en casa para su consumo privado, así que la novedad de esta medida no es permitir su posesión, sino construir todo un sistema que deje la producción y venta en manos del Estado, que quedará como dueño del monopolio.