Gerver Torres: La pureza de la revolución quedó para la cocaína que exporta
dmoran
Las noticias sobre la detención en Haití de dos familiares de la pareja presidencial venezolana acusados de tráfico de drogas, indicaban que la cocaína que transportaban tenía una pureza del 97%. De acuerdo con entendidos en la materia, ese porcentaje corresponde a una droga de altísima calidad. Al leer la noticia me vino a la mente otra “pureza” distinta a la de la droga en cuestión. Se trata de aquella de la cual hablaba en sus inicios la autodenominada revolución bolivariana cuando se refería a sus ideales y objetivos para Venezuela; aquella asociada a una nueva ética en la conducción de lo público, aquella con la cual crecerían en mejores y sólidos valores las nuevas generaciones de venezolanos. La verdad es que si alguien pudiese haber encarnado los tales principios y valores que el nuevo régimen proclamaba como superiores y como los suyos eran precisamente estos personajes arrestados en Haití y ahora mejor conocidos como los narco-sobrinos. En primer lugar por su juventud. Ellos apenas dejaban de ser niños cuando el chavismo llegó al poder hace dieciséis años. Toda su vida adulta ha transcurrido pues bajo el manto de la revolución. Son sus hijos. En segundo lugar, porque fueron criados, se formaron (o deformaron) en el núcleo central, más íntimo de la dirigencia del régimen. Ellos pudieron haberse inspirado, haber bebido directamente de las fuentes del “proceso”, de los héroes y titanes de la nueva moral revolucionaria. Pero, tal como ha ocurrido en prácticamente toda las dimensiones y desarrollos de la experiencia chavista, lo que se está develando ante nuestros ojos otra vez, es una gran estafa. Es el fraude reiterado que se forma entre lo que se proclama u ofrece y, lo que resulta ser el producto final de la revolución bolivariana. Por fortuna, la capacidad del régimen para estafarnos se ha agotado y es eso lo que lo agobia a escasos días de unas elecciones críticas para su sobrevivencia. Nos corresponde expresarnos masiva e inequívocamente ese día, movilizándonos y votando contra el narco-régimen. Ya sabemos que la única pureza que queda de su revolución bolivariana es la de la droga que exporta.