Por la escasez y los altos costos, conseguir un caucho es cada vez más difícil para los ciudadanos de la zona norte de Anzoátegui. Así lo reseña eltiempo.com.ve / Lizardo Aguilar
En la mayoría de las tiendas y caucheras privadas sólo hay neumáticos importados, entre ellos Zeta, Hércules y Duration, cuyo precio oscila entre Bs 32 mil y 45 mil bolívares el de 13 pulgadas.
Las marcas más conocidas como Firestone, Goodrich o Goodyear desaparecieron de los anaqueles desde hace tiempo, afirman los encargados.
“Esos no me llegan desde hace dos años porque las fábricas no están produciendo como antes, debido a la falta de divisas y materia prima”, expresó el propietario de una tienda que omitió su nombre.
La situación se agudizó a partir del año pasado. Encargados de Cauchos Sora y Súper Cauchos Stop and Go, situadas en Barcelona, afirmaron en un sondeo que desde 2013 han experimentado una merma en los despachos mensuales.
En el hipermercado Makro, situado en la avenida Universidad de Puerto La Cruz, comercializan los cauchos de forma esporádica.
Sacrificio
La mañana de este lunes, más de 500 personas hacían cola en la entrada del local, pese a que sólo vendían una unidad por ciudadano. Para muchos, conseguirlo a precio regulado hacía que el sacrificio valiese la pena.
Primero pasaron a 70 ciudadanos, muchos de los cuales no fueron los primeros en llegar. Algunos de los que estaban allí desde las 3:00 pm del domingo, no pudieron comprar.
“Tengo dos meses buscando y los he conseguido hasta en 60 mil. Pero aquí me quedo. Estoy esperando una palanca”, dijo el estudiante Diego Hernández.
El comerciante José Guerrero lleva más de nueve meses a la caza de un neumático. Ha llegado al punto de que su hermana debió prestarle un par de llantas para viajar a Maturín a buscar unas medicinas. “Cuando llegué se las devolví”.
El estudiante Jesús Santoyo ha tenido que viajar a Mérida y Trujillo en busca del producto. “Tengo dos meses en eso y ya estoy agotado”.
Y las proveedurías inauguradas por el gobierno tampoco satisfacen la creciente demanda. “Ni siquiera cuentan con el producto y las listas de personas que esperan por un caucho son interminables”, expresó Héctor Díaz, afiliado a la ruta Razetti-Centro.