Con una protesta de brazos caídos en la institución, trabajadores del Instituto Nacional de Parques (Inparques) manifestaron descontento por el retraso en el pago de los aguinaldos y otros beneficios de ley. Marlene Sifontes, secretaria de organización de Sunep-Inparques y miembro del Frente Autónomo en Defensa del empleo, el salario y el sindicato (Fadess) señaló que la situación generará ola de protestas en las sedes de todo el país, pues están afectados unos 2.500 trabajadores.
Destacó que, a pesar del anuncio presidencial de pagar aguinaldos en la primera quincena de noviembre, desde la Dirección de Personal del organismo la respuesta fue responsabilizar al Gobierno nacional, alegando que carecían de recursos para cancelar el beneficio laboral.
A esta situación, Sifontes agregó denuncias sobre maltrato y acoso laboral por parte de directores y coordinadores de Inparques hacia los trabajadores. “A los guías del Buque Leander la coordinadora del Parque del Este, Joselyn Paredes, los amenaza con no renovarle el contrato, si reclaman sus derechos están botados” destacó.
La vocera expuso que, a pesar de no honrar compromisos económicos con la masa laboral y solo cancelar 10% de incremento de sueldo desde el pasado mes de julio; “un grupo de directores y coordinadores recibieron jugosos aumentos con los cuales devengarían sueldos de hasta sesenta mil bolívares quincenales”. “A la fecha, los directores de Inparques no han cancelado los aguinaldos, aportes ni retenciones a la caja de ahorros, tanto de obreros como empleados, deben seis meses de fideicomiso, becas, matrículas, guarderías, dotaciones, 10% de la incidencia de vacaciones del aumento que recién pagaron el 12 de julio” detalló.
La sindicalista puso en contraste que, mientras un trabajador “lo que recibe es un mísero salario, los jefes tienen primas por responsabilidad y jerarquía, tienen teléfonos corporativos, vehículos asignados, chofer y una cocina a su servicio donde todos los días les llevan almuerzos” y cuestionó los altos sueldos de la directiva, en comparación con los bajos salarios de los trabajadores.
Juan José Ojeda Díaz / Prensa de Solidaridad