Gonzalo tiene cuatro meses esperando. A sus 40 años es la cuarta vez que ha de pasar por un quirófano. Aguardaba acostado desde una cama en la sala de hospitalización del Dr. Miguel Pérez Carreño. Este martes él y su familia estaban listos: a primera hora se le haría la intervención para remover un tumor que crece en su pelvis.
Incluso el médico estaba preparado, pero faltando una hora para entrar al pabellón el doctor confirmó por teléfono que la operación se había suspendido, como las otras dos pautadas para ese día. Cuando preguntaron el motivo quedaron perplejos: Falta de insumos. La solución más cómoda para quienes administran el único hospital oncológico de Carabobo indignó a los familiares. “¿Sabes lo que hicieron?, dieron de alta a los pacientes. Nos lo tenemos que llevar otra vez”.