Un grupo de científicos detectó, por primera vez, los campos magnéticos del agujero negro situado en el centro de la Vía Láctea, según un estudio publicado hoy en la revista Science.
EFE
La existencia de esos campos magnéticos ya se había predicho, pero nadie los había visto hasta ahora, señala un comunicado del Centro de Astrofísica Harvard-Smithsonian.
La mayor parte de las personas creen que los agujeros negros son como aspiradoras gigantes que se tragan todo lo que se le acerca demasiado.
Pero los agujeros negros supermasivos que están en el centro de las galaxias son como motores cósmicos y se cree que están alimentados esos campos magnéticos.
Esos agujeros negros son capaces de convertir la materia que cae en su interior en una inmensa radiación que eclipsa la luz combinada de todas las estrellas que lo rodean y si está girando puede generar fuertes chorros que explotan a través de miles de años luz y forman galaxias.
Los astrónomos han detectado por primera vez esos campos magnéticos justo en el límite del “horizonte de sucesos” (una frontera donde espacio y tiempo terminan tal y como los conocemos) en el agujero negro situado en el centro de la Vía Láctea
“Entender esos campos magnéticos es fundamental. Nadie, hasta ahora, ha sido capaz de resolver los campos magnéticos cerca de ‘horizonte de sucesos'”, indicó el autor principal del estudio, del Centro de Astrofísica Harvard-Snithsonian, Michael Johnson.
Estas observaciones se han logrado usando el “Event Horizont Telescope” (EHT), una red global de radiotelescopios que trabajan en conjunto como un telescopio gigante del tamaño de la Tierra y con una altísima resolución, que es necesaria porque un agujero negro es el objeto más compacto del Universo.
El agujero negro situado en el centro de la Vía Láctea, Sagittarius A-star, pesa unas cuatro millones veces más que el Sol y se encuentra a unos 25.000 años luz.
Los científicos descubrieron que los campos magnéticos en algunas zonas cercanas al agujero negro estás desordenadas, formando bucles y espirales entrelazados, mientras otras zonas presentan un patrón mucho más organizado.