El secretario general de la ONU, Ban Ki-moon, se encuentra “profundamente consternado” por la ejecución de 47 personas en Arabia Saudita, incluido un prominente religioso chiita, cuya muerte provocó violentas protestas en Irán, informó su portavoz. AFP
El jefe de la ONU está “profundamente consternado por la reciente ejecución de 47 personas en Arabia Saudita”, indicó el portavoz de Ban.
El ejecutado clérigo Nimr Bager al-Nimr, que pasó más de una década estudiando teología en Irán, un país chiita, había sido el líder detrás de las protestas contra el gobierno en el reino sunita de Arabia Saudita en 2011.
Tras su ejecución el sábado, manifestantes indignados arrojaron cocteles Molotov contra la embajada saudita en Teherán y penetraron en la legación, antes de ser expulsados por la policía.
Junto con deplorar los hechos de violencia en la embajada saudita en Teherán, Ban llamó a la “calma y la moderación” e instó a “todos los líderes regionales a trabajar para evitar la exacerbación de las tensiones sectarias”, indicó el portavoz en un comunicado.
“El jeque al-Nimr y numerosos de los otros presos ejecutados habían sido condenados tras juicios que levantaron serias dudas acerca de la naturaleza de los cargos y sobre la imparcialidad de los procesos”, indicó el portavoz de Ban.
El jefe de la ONU había tratado el caso de Nimr “con las autoridades del reino de Arabia Saudita en numerosas ocasiones”, agregó.
Ban mantiene “su enérgica postura contra la pena de muerte”, indicó el portavoz.
“Él resalta el creciente movimiento en la comunidad internacional por la abolición de la pena capital e insta a Arabia Saudita a conmutar todas las sentencias de muerte impuestas en el reino”, añadió.