Con una calidad de vida adecuada no hay razón por la que el ser humano no pueda durar muchos años. Eso mismo pasa con las obras de infraestructuras, pues, los ingenieros y demás especialistas en esta materia consideran que el envejecimiento en obras es el resultado de daños acumulados; y solo con la atención adecuada, las estructuras como autopistas, edificaciones, puentes, monumentos, serían como el brandy: entre más viejo mejor.
Hace seis años fue el tema central de la prensa del Zuliay del país. Se le dio eco al Colegio de Ingenieros de Venezuela y a un grupo de profesores de La Universidad del Zulia (LUZ), quienes advirtieron que la estructura del Puente Sobre el Lago de Maracaibo General Rafael Urdaneta sufría daños estructurales, incluso corría riesgos de colapsar. Ha transcurrido todo este tiempo, mientras recibe “paños calientes” como parte de un programa de mantenimiento.
Expertos con más de dos décadas de experiencia y conocimiento sobre El Coloso zuliano, señalan que la estructura tiene más de 30 años sin proyectos de mantenimientos preventivos y correctivos, olvido que ha permitido el deterioro estructural. Sólo maquillaje:“pinturita” en aceras, brocales y asfaltados, es lo que la administración de los gobiernos regionales y nacionales de turno han aportado.
Hace tiempo que el Puente General Rafael Urdaneta necesita de una mano gubernamental, tal como pudo comprobarlo una comisión del Centro de Ingenieros del Estado Zulia (CIDEZ) encabezados por su presidente, ingeniero Marcelo Monnot; el director de la Oficina Coordinadora del Ejercicio Profesional (Ocepro), José Robles; acompañados de una comisión técnica de corrosión de LUZ, encabezada por la ingeniera Oladys de Rincón, realizaron un reconocimiento técnico de la estructura hace varios meses.
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