El fabricante de automóviles francés Renault dijo que investigadores de fraudes habían registrado tres de sus sedes para indagar sobre la tecnología de emisiones de sus vehículos, una noticia que le hizo perder miles de millones de euros en valor de mercado en un caso que recuerda al escándalo que afectó a su rival alemana Volkswagen.
Por Leigh Thomas y Gilles Guillaume/Reuters
Renault afirmó que, hasta la fecha, las pesquisas “no han hallado pruebas de que haya un dispositivo de engaño en los vehículos de Renault”, en referencia a un tipo de programa computacional usado por Volkswagen para manipular pruebas de emisiones y descubierto por investigadores de Estados Unidos.
Las acciones de Renault llegaron a caer un 22 por ciento después de que funcionarios sindicales revelaron el registro de las oficinas, lo que obligó a la compañía francesa a emitir un comunicado confirmando las inspecciones.
Renault dijo que los investigadores de fraudes estaban indagando sobre la forma en que usa la tecnología de emisiones por escape en una pesquisa adicional sobre componentes y fábricas después de una investigación previa por parte del Gobierno francés.
La firma francesa registró una pérdida de unos 5.000 millones de euros de capitalización de mercado en su peor día desde su lanzamiento en 1994, según datos de Reuters. Los títulos recuperaron parte de sus pérdidas tras el comunicado y a las 1537 GMT retrocedían un 9,15 por ciento.
Un funcionario sindical dijo que el Ministerio de Economía convocó una reunión al mediodía del jueves para tratar sobre el asunto.
Cuando las acciones de otras compañías automotrices empezaron a ser impactadas por las noticias, el grupo rival francés PSA Peugeot Citroën dijo que sus oficinas no fueron registradas y que sus pruebas de emisiones no detectaron anomalías.
El Ministerio de Finanzas francés declinó hacer comentarios, mientras que no se pudo contactar de inmediato a nadie en el Ministerio de Energía para evaluar la situación.